jueves, 31 de julio de 2008
Bullying
Si María Música hubiese empapado a un compañero de curso, el hecho habría sido considerado bullying, y reprobado por toda la comunidad escolar.
lunes, 28 de julio de 2008
Por el amor de Dios
"¡Tengo haaambre... papito, mamita!", grita una voz lastimera que sale de la boca del único personaje sucio y descalzo que puede encontrarse en el barrio El Golf. Es un mendigo que según cuenta la leyenda, tiene sus zapatos guardados en el basurero más cercano. Darle o no plata, he ahí el dilema.
Desde chico tengo en el alma el tira y afloja generado por años de mensajes contrarios. Por una parte los del colegio, que alababan el darle a los pobres, versus los slogans del tipo "no hay que darle a los mendigos jóvenes, que podrían ir a trabajar", o "cuidado, que las mujeres que piden plata con niños, muchas veces los arriendan para dar más pena"...
Una amiga quiso solucionar estas dudas diciéndome que si piden en la calle, ciertamente están peor que yo... es cierto, pero cuesta tomarla en cuenta después de verlos tomando bebida o hablar tranquilamente por celular, cuestiones que yo trato de evitar por considerarlos un lujo.
Aunque soy de las personas que meditan en el caso a caso si es que conviene darle a la persona que pide (prefiero comprar cosas tipo parches curita, calendarios, rejillas para el lavaplatos...), estoy bastante convencido de que hay que dar. Es cierto que a uno le pueden estar tomando el pelo en mala, pero como decía un gran filósofo, "más vale sufrir una injusticia que cometerla".
Hay otros motivos que me han llevado a dar, entre ellos el alto índice de desempleo que existe entre los jóvenes... y no me arrepiento de haberlo hecho. Quizá la ocasión de la que menos me he arrepentido fue hace unos dos años, cerca de las 23:20 horas en una noche de lluvia de temporal. Había un hombre joven vendiendo unos dulces, y decía que estaba juntando para ir a comer. Le compré un par y seguí caminando. La escena me recordó la serie de televisión del Padre Hurtado, cuando decía que Cristo estaba en el pobre y, aunque en general no tengo estos pensamientos tan elevados, pensé que en él estaba el Señor, me devolví y le di lo que le faltaba para su sandwich. Al recibirlo el pobre me dijo "Gracias. Yo soy Cristo compadre".
Desde chico tengo en el alma el tira y afloja generado por años de mensajes contrarios. Por una parte los del colegio, que alababan el darle a los pobres, versus los slogans del tipo "no hay que darle a los mendigos jóvenes, que podrían ir a trabajar", o "cuidado, que las mujeres que piden plata con niños, muchas veces los arriendan para dar más pena"...
Una amiga quiso solucionar estas dudas diciéndome que si piden en la calle, ciertamente están peor que yo... es cierto, pero cuesta tomarla en cuenta después de verlos tomando bebida o hablar tranquilamente por celular, cuestiones que yo trato de evitar por considerarlos un lujo.
Aunque soy de las personas que meditan en el caso a caso si es que conviene darle a la persona que pide (prefiero comprar cosas tipo parches curita, calendarios, rejillas para el lavaplatos...), estoy bastante convencido de que hay que dar. Es cierto que a uno le pueden estar tomando el pelo en mala, pero como decía un gran filósofo, "más vale sufrir una injusticia que cometerla".
Hay otros motivos que me han llevado a dar, entre ellos el alto índice de desempleo que existe entre los jóvenes... y no me arrepiento de haberlo hecho. Quizá la ocasión de la que menos me he arrepentido fue hace unos dos años, cerca de las 23:20 horas en una noche de lluvia de temporal. Había un hombre joven vendiendo unos dulces, y decía que estaba juntando para ir a comer. Le compré un par y seguí caminando. La escena me recordó la serie de televisión del Padre Hurtado, cuando decía que Cristo estaba en el pobre y, aunque en general no tengo estos pensamientos tan elevados, pensé que en él estaba el Señor, me devolví y le di lo que le faltaba para su sandwich. Al recibirlo el pobre me dijo "Gracias. Yo soy Cristo compadre".
domingo, 20 de julio de 2008
Profesorstein
Hace 14 años, durante el Gobierno de Frei, en una noche lluviosa, tenebrosa y medio tormentosa, el Dr. Profesorstein estaba ejecutando su siniestro plan: la creación del “engendro de la Concerta”. Para eso, tomó el cuerpo de la Carolina Tohá, la agresividad de Camilo Escalona, la risa burlona de Antonieta Saa, la insolencia del honorable Navarro, la simpatía vacía del senador Ávila y el cerebro del presidente de aquel entonces (para que fuera fácilmente manejable). Una vez cosida cada parte en su lugar, nació María Música, la púber que le tiró un jarro de agua a la Ministro de la Concertación (Ojo: Música es el nombre de pila, no el apellido… Sí, sus padres eligieron ese nombre voluntariamente...).
Después de once años de masaje cerebral con frases como: “el fin justifica los medios”; “si quieres puedes”; “sé tú mismo”, etc., y sólo unos 3 años de entrenamiento en el activismo político de partidos totalitarios y genocidas como el comunista, este cuervo estaba listo para su misión: sacarle los ojos al sistema que lo crió.
Después de once años de masaje cerebral con frases como: “el fin justifica los medios”; “si quieres puedes”; “sé tú mismo”, etc., y sólo unos 3 años de entrenamiento en el activismo político de partidos totalitarios y genocidas como el comunista, este cuervo estaba listo para su misión: sacarle los ojos al sistema que lo crió.
miércoles, 16 de julio de 2008
Préstamo de Chávez a la U. Arcis
¿Podría definirnos lo que él considera "imperialismo"?
domingo, 13 de julio de 2008
Es bueno el cilantro, pero...
“La democracia es el arte de acarrear imbéciles a las urnas” me dijo ayer algún desencantado con el sistema. Ésta, como la mayoría de las afirmaciones de la gente cuerda, tiene su parte de verdad, pero olvida que la democracia es un sistema muy bueno por diferentes motivos, entre ellos, y quizá el principal, porque permite echar al mal gobernante en forma pacífica (imagínense que tuviéramos que aguantar a la Presi hasta el día en que muriera…).
Sin embargo, aunque es cierto que hay mucha gente desencantada, creo que la opinión mayoritaria está en el extremo opuesto, y por eso escuchamos frecuentemente que algunos políticos se describen como “demócratas” … ¿qué es eso? ¿Significa que creen en la democracia? Si es eso, no nos dirían nada nuevo, salvo que lo crean en el sentido de Bush, que absurdamente quiere imponer a la fuerza el sistema entre gente que piensa en forma totalmente distinta (imagínense que llegan a lapidar a quienes violan algunas normas coránicas…). Sí nos diría algo la expresión “demócrata” si se refiriera a que les gusta la democracia como forma de: a) resolver los problemas o b) encontrar la verdad.
Me gusta la democracia, pero al parecer no soy un demócrata, ya que como dicen por ahí: “es bueno el cilantro, pero no tanto”.
Sin embargo, aunque es cierto que hay mucha gente desencantada, creo que la opinión mayoritaria está en el extremo opuesto, y por eso escuchamos frecuentemente que algunos políticos se describen como “demócratas” … ¿qué es eso? ¿Significa que creen en la democracia? Si es eso, no nos dirían nada nuevo, salvo que lo crean en el sentido de Bush, que absurdamente quiere imponer a la fuerza el sistema entre gente que piensa en forma totalmente distinta (imagínense que llegan a lapidar a quienes violan algunas normas coránicas…). Sí nos diría algo la expresión “demócrata” si se refiriera a que les gusta la democracia como forma de: a) resolver los problemas o b) encontrar la verdad.
En el primer caso significaría, por ejemplo, que cuando van a comer debieran hacer votaciones entre sus hijos para ver qué preparar, con el consiguiente menú diario de papas fritas con huevo y manjar de postre… cuestión que no sería nada de sano para la familia, ni para la toma de decisiones en casi ningún cuerpo intermedio. En buen chileno: llevaría a que habría mucho cacique y poco indio.
Si es lo segundo, peor aún, ya que se cerraría el paso a la discusión racional, fijando verdades por mayoría. En Europa han hecho esto varias naciones, dictando leyes que no sólo fijan la verdad histórica, sino que incluso hacen meter preso a las personas que opinan lo contrario, p. ej. la que hace encarcelar a quienes niegan la existencia del Holocausto –hecho trágico y cuya existencia lógicamente indiscutible–, terminando así con la libertad de expresión.
Me gusta la democracia, pero al parecer no soy un demócrata, ya que como dicen por ahí: “es bueno el cilantro, pero no tanto”.
miércoles, 9 de julio de 2008
¿Gran Ruso?
Dicen que "mal de muchos, consuelo de tontos"... pero parece ser una constante que la gente nombre a desgraciados dentro de los más grandes personajes de un país: en el concurso "Gran Ruso" va ganando Stalin, el mayor genocida de la historia.
domingo, 6 de julio de 2008
La lechera "empoderada"
Todo cambia, y las versiones de los cuentos también:
Cuento de la lechera que oímos cuando niños:
Iba una lechera con el cántaro en la cabeza mientras pensaba: “cuando venda esta leche tendré dinero para comprar huevos, que venderé y comparé pollos, que me permitirán adquirir un lechón que venderé y compraré una vaca, que me dará un ternero”.
Mientras pensaba esto cayó y derramo la leche… adiós leche, dinero, huevos, pollos, lechón, vaca y ternero.
Enseñanza: No seas ambicioso ni hagas castillos en el aire. Esfuérzate en el presente.
Cuento actual de la lechera:
Iba una lechera con el cántaro en la cabeza. Cuando se le acabaron las pilas de su MP3 empezó a pensar: “¿Por qué ando acarreando la leche? Yo creo que es mucho el esfuerzo. El Estado debería tener un programa más fuerte de apoyo al desempleado, para poder renunciar a esta pega cansadora. Tener que trabajar todos los días debe afectar mi derecho a tener una vida sana ¿Acaso no tengo derecho a divertirme? Bueno, para eso debiera tener más tiempo libre ¿Para qué tanto esfuerzo? Debería existir un programa de Mideplán que me ayudara a ejercer mi derecho a ser feliz”.
Mientras pensaba esto cayó y derramó la leche y pensó: “¿Quién cresta es el encargado de tener el camino en buen estado? Voy a demandarlo ¿Acaso no tengo derecho a que alguien pague por mis caídas?”
Enseñanza: exige tus derechos.
Cuento de la lechera que oímos cuando niños:
Iba una lechera con el cántaro en la cabeza mientras pensaba: “cuando venda esta leche tendré dinero para comprar huevos, que venderé y comparé pollos, que me permitirán adquirir un lechón que venderé y compraré una vaca, que me dará un ternero”.
Mientras pensaba esto cayó y derramo la leche… adiós leche, dinero, huevos, pollos, lechón, vaca y ternero.
Enseñanza: No seas ambicioso ni hagas castillos en el aire. Esfuérzate en el presente.
Cuento actual de la lechera:
Iba una lechera con el cántaro en la cabeza. Cuando se le acabaron las pilas de su MP3 empezó a pensar: “¿Por qué ando acarreando la leche? Yo creo que es mucho el esfuerzo. El Estado debería tener un programa más fuerte de apoyo al desempleado, para poder renunciar a esta pega cansadora. Tener que trabajar todos los días debe afectar mi derecho a tener una vida sana ¿Acaso no tengo derecho a divertirme? Bueno, para eso debiera tener más tiempo libre ¿Para qué tanto esfuerzo? Debería existir un programa de Mideplán que me ayudara a ejercer mi derecho a ser feliz”.
Mientras pensaba esto cayó y derramó la leche y pensó: “¿Quién cresta es el encargado de tener el camino en buen estado? Voy a demandarlo ¿Acaso no tengo derecho a que alguien pague por mis caídas?”
Enseñanza: exige tus derechos.
miércoles, 2 de julio de 2008
¿Gran Chileno?
Ahora me explico por qué Allende está en el listado de los 10 "grandes chilenos": en las bases del concurso decía que en la primera fase sólo podían votar estudiantes y académicos, es decir, se impidió que dieran su opinión casi todas las personas que sufrieron durante su gobierno.
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