domingo, 30 de noviembre de 2008

¿Imponiendo el Evangelio?

El tema del posteo es noticia vieja, pero los cuentos de Chile parece que viajaran en barco, porque siempre me llegan con bastante atraso.

Creo que gran parte de las iglesias evangélicas hacen una muy buena labor en muchos lugares, y está bien que eso se reconozca, pero ¿requiere eso que se declare un día feriado? ¿hasta qué punto los legisladores pueden imponerse por sobre la autonomía de los actores sociales? ¿habrá también que fijar feriado el día de las madres, los padres, los carabineros, los bomberos, que también le hacen un bien al país? ¿por qué es feriado San Pedro y San Pablo, y no san José?

Conviene racionalizar los feriados, darse cuenta de que no es algo que se pueda aumentar hasta el infinito. Además, no todos están interesados en los mismos feriados. Un mormón no necesita tener como día libre el de la Virgen del Carmen.

Sería bueno tener un sistema que dé cierta libertad a los chilenos para elegir. Una forma de hacerlo sería hacer una distinción clara entre los días feriados móviles y los fijos. Puede ser que los festivos fijos como 21 de mayo o 25 de diciembre sean inmóviles, pero los demás, a los cuales parece dárseles menos importancia, debieran poder ser usados para elegir entre diversas fechas. Así, por ejemplo, si 18 y 19 de septiembre cayeran en martes y miércoles, los trabajadores de una empresa pudieran pactar usar el feriado correspondiente al día de la raza en día 17. Otra posibilidad sería decir que las personas deben elegir, de entre un número específico de días feriados, aquellos días de entre los propuestos por el Estado, dentro de los cuales podrían estar los actuales feriados móviles.

Algo como esto no se propondría en el Congreso, no sólo porque puede parecer un poco complicado (aunque lo sea menos que cumplir algunas regulaciones estatales), sino porque a los parlamentarios esto no les preocupa mucho, porque no son ellos los que tienen que pagar por estos días de ocio, ni tampoco los que tienen que barajar cómo harán para que calcen los turnos de los trabajadores que se desempeñan en labores que requieren permanentemente a alguien a cargo.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Lourdes

Ciento cincuenta años atrás la gente no era tonta. Hace tiempo que había muerto Da Vinci, que había vivido Newton y que había nacido Pasteur.

Esa misma gente sabía que cerca de la gruta no había fuentes, hasta que una niña dijo haber visto a la Señora.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Robin Hood internacional

Una buena amiga alemana me estaba explicando por qué, por el hecho de vivir en un mismo territorio, se forma una comunidad entre las personas de un país, motivo por el cual los ricos tenían que contribuir a que mantener las necesidades "básicas" (que a mis ojos eran bastante suntuarias) de los alemanes que no tratabajan.

La vestimenta verde y el saco con flechas a lo Robin Hood que estaba empezando a aparecerle desapareció completamente cuando le dije que, siguiendo su mismo argumento, por el hecho de vivir en un mundo común, la solidaridad mandaba que a las personas que habitan en los países ricos, incluyendola a ella y a aquellos alemanes a quienes la seguridad social les entrega de todo, debían entregar parte importante de sus ingresos para paliar las necesidades mucho más básicas de los habitantes de los países pobres... tipo Chile.

Aunque sí estoy de acuerdo con cierta seguridad social que propenda a una menor desigualdad de oportunidades, lo que le dije fue sólo un argumento y no una solución, porque no sé si sería efectiva (hay quienes sostienen que sacar plata de los impuestos de un país rico para mandarla a uno desfavorecido sólo logra "sacarle plata a los pobres de los países ricos, para entregarlo a los ricos de los países pobres").

domingo, 9 de noviembre de 2008

I.deD.: Al que quiera celeste, que le cueste

Un profesor de la Universidad solía hablar del “Efecto Fisa”, era bastante gráfico.  ¿Se acuerdan de esa feria de la tecnología llamada Fisa?  Él decía que cuando éramos niños e íbamos para allá nos metíamos a todos los stand, aunque fueran de tractores agrícolas para cosechar dátiles en los Emiratos Árabes Unidos, y pedíamos siempre folletos.  ¿Por qué? ¿estábamos interesados?  No, sencillamente porque esos papeles eran “gratis”.  No hay palabra más atrayente que esa.

Y dentro de los choques culturales que me he encontrado en algunos países de Europa, es que he 
visto que cobran por las cosas más increíbles, como las bolsas en los supermercados, los ketchups en los McDonalds, y hasta he visto que piden consignación por los vasos usados en los bares.

Cuando uno ve eso, al principio piensa que eso ya es sacarle mucho el jugo al negocio, pero no es fácil recordar como uno mismo ha botado sachets nuevos de ketchup al basurero (cuando no me los llevo de vuelta a la casa), o que reusa las bolsas del supermercado como bolsas de basura.  

Finalmente las cosas gratis no se aprecian, o si se aprecian por algunos (como yo con las bolsas de basura y los ketchup que me llevo a la casa), hacen que sean todos los demás los que ven 
encarecidos los precios de sus hamburguesas o de sus productos de supermercados para que yo pueda llevarme gratis esas cosas a la casa.

Al que quiera celeste, que le cueste… ahora hasta estoy dándole vueltas a eso que hacen en otros países donde cobran por entrar en algunas iglesias históricas. 

domingo, 2 de noviembre de 2008

Pecado original

Yo pensaba que era un mal tercer mundista el rayado de edificios históricos de piedra...