domingo, 9 de marzo de 2008

I. de D.: Mea Culpa

El miércoles pasado no estaba Abel, el cuidador de autos, quien dejó al desconocido Caín en su reemplazo. Nunca había tenido problemas con Abel, y Caín se veía muy parecido a él. Sin embargo, al llegar me obligó a decirle a qué hora salía del trabajo, frente a lo que me respondió que él se iría media hora antes, por lo que convenía que le pagara por adelantado. Cuando le dije que lo haría cuando viera listo el “trabajo”, me respondió que ojalá llegara antes de que se fuera, porque si llegaba más tarde el auto estaría sin cuidador, y que “alguien” podía “pasarle el dedo al auto”. Haciéndome el valiente me fui sin pagar, pero por prudencia volví antes de la hora señalada.

Parece que ese día le dieron la tarde libre a Caín, porque a las 19:30 hrs. ya no estaba él, sino que un rayón ocupaba su lugar.

Caín y Abel tienen el mismo origen, ambos hablan parecido y se visten como cualquier chileno.
¿Qué hizo que se portaran tan diferentemente? ¿Qué hacer con Caín?

Si la persona preguntada sobre esto fuese un gobernante de izquierda, respondería al público que hay que castigar a Caín, pero internamente, como ellos piensan que el verdadero responsable no él, sino que la sociedad, harían como que lo castigan, pero sin penarlo, ya que el representante de la sociedad no estaría dispuesto a castigar a una persona por algo por lo que se siente culpable. Resultado: La Famosa Puerta Giratoria, con la consiguiente rabia de la víctima, la “experiencia profesional” del victimario, y el incentivo para que Abel haga un “upgrade” en la forma de hacer su “trabajo”.

La derecha, en cambio, cree que la sociedad influye en las personas, pero no en forma decisiva. Caín y Abel, no obstante su origen, son libres, pueden optar por el bien o por el mal. La derecha sabe que el ser pobre no hace a la gente criminal. Ciertamente la sociedad tiene problemas que incentivan la delincuencia (como el desempleo, la decadencia de los valores cristianos y la familia,
todos aumentados por la izquierda), por lo que no se puede atacar sólo el resultado olvidándose de algunas de sus causas, pero eso no significa pasar por alto el castigo del mal y el premio del bien.

Son los Caínes, no las víctimas, quienes deben decir: mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa.

15 comentarios:

Hernán Vásquez Villanueva dijo...

Hay tres clases de personajes que tienen una habilidad infinita para sacarme de quicio: los cuidadore de autos, los limpia vidrios y los mimos de las esquinas. Se creen dueños de la calle y "obligan" a pagarles lo que piden; y de obtener una negativa te hacen lo que te pasó a ti, te revientan los neumáticos y hasta sacan quisca (me tocó verlo en Providencia por lo pagar la "tarifa" de $2.000, a la salida de un pub en la noche). Por supuesto que los Carabineros o los Inspectores Municipales, que siempre están en el lugar apropiado para pasarle un parte al "rico" nunca están para detener a quienes desempeñan estas actividades ilegales con el agravante que literalmente roban a sus "clientes", obligándolos a pagarles el "impuesto".

Y la famosa derecha no hace nada por erradicar las citadas actividades. Tan simple como fijarse en comunas gobernadas por ella, como Viña. Los personajes hacen nada y la señora Alcaldesa, "no se oye padre".

Saludos

Javier Bazán Aguirre dijo...

Estoy de acuerdo con don Hern�n. Sin embargo, esos cuidadores de autos nunca est�n en los barrios 'populares'. De hecho, una se�ores fueron a manifestar su molestia a un diputado de la oposici�n, para que hiciera algo, no hizo nada. Lo que alegaban las se�oras y las personas que viven en el plan de Vi�a (los oriente y poniente y en las otras partes), es que cuando ellos adquirieron esos terrenos y construyeron sus casas, estacionaban el auto frente a su casa y no pagaban. Llegaron estos se�ores (es una forma de desempleo encubierto) y empezaron a cobrarles a esas personas que nunca hab�a pagado.
Ahora bien, si lo extrapolamos a la macro pol�tica y lo sucedido en 1973, tenemos el mismo asunto. La izquierda para sacarse los pillos habla 'de la culpa colectiva', lo cual significa que nadie es culpable. Ello significa que la izquierda no asume que hizo una mala elecci�n y le culpa en vez de la sociedad a la Guerra Fr�a, como si ellos hubiesen estados incapacitados para elegir.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Estoy de acuerdo y en desacuerdo contigo a la vez.

1) La delincuencia es un tema que envuelve aspectos legales, sociales, políticos, económicos y culturales.

2)Ni la Derecha ni la Izquierda consideran un factor clave para combatir la delincuencia: La reinserción, que como parte de la prevención del delito, debería considerar a la potencial población que está en riesgo de caer en éste, los niños en riesgo social.

3) La pobreza no es sinónimo de delincuencia (hay ladrones y timadores de mucho dinero, cuello y corbata, podríamos mencionar a varios), pero genera el marco institucional informal para su potencial desarrollo, que termina por patrimonializarla, donde El habitus delictual se naturaliza y se vuelve un patrimonio simbólico, histórico y familiar transferible.


4) Así como la pobreza no es causal directa, los valores cristianos no son garantía de nada contra la delincuencia. Hace poco alguien con altos valores cristianos contrató un sicario, para quemar a otro sujeto y matarlo...otros han cometido abusos...¿Le echarás la culpa a la izquierda por eso?

5)¿Cómo te comportas con alguien que tiene antecedentes y ya cumplió su condena? ¿Cómo se comporta la sociedad en ésto? ¿Cómo se comporta la Derecha o la Izquierda?

Constructor de una sociedad LIBRE dijo...

Álvaro:

Ciertamente las conductas deteriorantes de algunos no responden a las estructuras, a las clases, a los sistemas o a la Historia, sino que son conductas personales y de responsabilidad única de quienes las manifiestan. Y no es solo la izquierda quien se encarga de desmentir lo expuesto, sino que paralelamente existe una justicia garantista y muchas veces farandulera.

Lo anterior se grafica con gran nitidez, no solo en la puerta giratoria a la cual aludes, sino también en la nueva institucionalidad de los Juzgados de Familia. Cuantas veces hemos visto en televisión o leído en diarios que sobre tal o cual agresor de su conviviente pesan una serie de denuncias desestimadas por nuestros Jueces de Familia o el caso de las múltiples pensiones alimenticias impagas, donde garantistamente los mismos estiman vejatorias la retenciones judiciales, situación que ha hecho que vergonzosamente a algunos se les retengan sus devoluciones de impuestos.

Lo anterior me hace preguntarme ¿son acaso las estructuras, las clases, los sistemas o a la Historia las que hacen que algunos padres no cumplan sus obligaciones filiales?

La respuesta desde mi punto de vista sen encuentra en una falta de orden en el alma de algunas personas, a una falta de conceptos espirituales y morales sobre los cuales funcione la sociedad, a la inobservancia por parte de algunas personas de estos valores.

Es la convivencia sustentada en principios morales y hechos carne en los miembros de la sociedad lo que hará posible, no la redención de los Caínes, sino su inexistencia.

Álvaro P. dijo...

Hernán: ¿Qué es "sacar quisca"?

Javier: Buena la analogía con los culpables en la guerra fría.

Jorge: Estoy en desacuerdo y de acuerdo contigo a la vez... pero no en la misma proporción.

Iván: Creo totalmente eso de que los valores personales hacen una importantísima diferencia en el actuar de las personas. Puede ser que se den casos excepcionales, como el que menciona Jorge, pero no es la regla general. Y confío más que actuará bien alguien con valores cristianos, que dice que hay un mal y un bien, que alguien que dice que la bondad o malicia de las cosas es algo relativo (...es decir, algo que hará o no dependiendo de sus propios intereses).

Saludos,
Álvaro P.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Álvaro, me gustaría una respuesta más fundamentada.

Saludos

cristian dijo...

Un ejemplo muy adecuado de la mentalidad que denuncias es la respuesta de Jorge Gómez.
Aunque él nunca se define como socialista, tiene una mentalidad calcada al socialismo, también en este tema (delincuencia).
Esa mentalidad socialista explica muy bien por qué ningún gobierno de esa tendencia podrá nunca controlar efectivamente la delincuencia y, por el contrario,la estimula en el ámbito sociológico, en su corazón la justifica como una especie de "redistribución social".

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Estimado Cristian, buena y ad hoc foto del marciano con tus siempre marcianos comentarios.

No veo cuál es la impronta socialista que ves en el comentario, que de hecho plantea lecturas más profundas y amplias al problema que a todas luces es más complejo.

Pero para alguien concreto, que ve todo como derecha o izquierda, es pedir mucho entender eso.

Espero algún día puedas opinar con algo más fundamentado y no tan pobre en todo sentido.

Saludos

cristian dijo...

En todo caso, según mi opinión, la mayor o menor ocurrencia de la delincuencia en abstracto está determinada por dos grandes condiciones:
a) el factor riesgo/beneficio del actuar antisocial
b) las oportunidades laborales formales alternativas

El primer factor, bajo la permisividad socialista y los efectos de una Reforma Penal extraordinariamente garantista, está actualmente en Chile en un nivel muy bajo, tendiendo a cero; el riesgo es muy bajo, y el beneficio potencial alto, lo cual lógicamente, ante mentalidades inmorales, hace atractivo delinquir (baste ver, recordando el tema de los ladrones de cuello y corbata que decia Gomez, los funcionarios de la Concertación que defraudan y son respaldados sin sonrojarse siquiera por el Gobierno)

b) la falta de oportunidaes laborales de buena calidad, qu se asocia directamente con el crecimiento económico, la inversión y la mayor oferta laboral,ha sido una constante en estos dos gobiernos socialistas, por la incapacidad implícita de este tipo de gobiernos de estimular los condicionantes de esta buena oferta laboral. Hay un grupo de delincuentes que deambulan libremente, según las oportunidades ofrecidas y el riesgo, entre actividades delictivas y trabajos formales.

Para individuos sin formación moral (aunque para Gomez de lo mismo ser cristiano es decir, creer en ciertos valores y creer que se está haciendo mal al transgredirlos, dando la oportunidad de arrepentirse internamente, o no creer en nada), la balanza en estos dos aspectos está claramente inclinada hacia la ventaja de la delincuencia.
Más aun si muchos imbéciles en nuestra sociedad aceitan la conciencia de los delincuentes, haciéndolos justificarse con el tema absurdo de que "todo esto se justifica moralmente con la desigualdad", desigualdad que siempre ha existido y existirá en la historia del mundo y que en nuestra época, como nunca, se ha reducido en forma abismante.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Buen intento, al menos hay un esfuerzo.

a)En cuanto a tu primer factor: no es novedad que el sistema punitivo es débil e ineficaz.
Pero olvidas que es el Poder Judicial el que aplica las penas (los jueces) y no el Ejecutivo. Más aún, el principal culpable sería el poder Legislativo por no hacer leyes más fuertes y menos ambiguas, que inhiben la comisión de todo tipo de delitos -con valores cristianos incluídos- tanto en el Estado como a nivel privado.

b) A la falta de oportunidad laboral, deberías agregarle la gran cantidad de oportunidades laborales que rayan en la explotación -sin contratos estables, con sueldos miserables- y que obviamente se convierten en desincentivos para que muchas personas, con una moral delictual internalizada, pretendan salir de ella.
Como una revista de Responsabilidad Social, que pretende pagar 120 lucas, full time...

En cuanto a tu último comentario, olvidas que hay un alto porcentaje de delincuentes que profesan la religión católica u otras religiones. No muchos son ateos o agnósticos en este sentido.

Por lo general, los ateos o agnósticos tienen altos niveles de estudio.

E insisto, eso no es garantía de que no se cometan delitos.

Tampoco estoy de acuerdo con justificar todo con la desigualdad.
Pero si estoy de acuerdo en que no pueden pretender que los delincuentes dejen de delinquir, si quienes proclaman el Estado de Derecho, lo transgreden constantemente (leáse por ejemplo cobros indebidos, intereses alzados solapadamente por parte de privados, o corrupción en el Estado, etc.)

cristian dijo...

La Reforma Penal fue creada por el gobierno concertacionista, y entregada como marco regulatorio al Poder Judicial. Su orientación filosófica es claramente compatible con la mentalidad socialista, garantista. La mayoría de los miembros activos de esta Reforma (fiscales y defensores) fueron elegidos entre miembros de la izquierda.Muchos jueces son francamente descriteriados, talvez para comportarse "de acuerdo a los tiempos", porque años atrás no existía dicho descriterio tan manifiesto.
El Poder Legislativo registraba mayorías concertacionistas, en ambas cámaras, y sólo recientemente y solo gracias a la natural eliminación evolutiva predecible (desaforados por corrupción y pedofilia, otros renunciados por la crisis moral de la Concertación) dicha mayoría ha desaparecido. Siempre la Derecha se ha preocupado por hacer leyes penales más disuasivas (duras), mientras que la izquierda se ha mostrado siempre permisiva y contraria a éstas ¿de quién es la culpa?
Estoy de acuerdo contigo en que el espectáculo de corrupción descarada y , sobre todo, tolerada y defendida por la Concertación, puede hacer sentir menos culpa a los delincuentes, y junto con la actitud estupida de la Iglesia Católica (esto te va a gustar!) de justificar todo por la desigualdad, les entrega a éstos un marco valórico degenerado pero suficiente como para sentirse tranquilos delinquiendo.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

La Reforma tiene una base filosófica Liberal, no Socialista. Ojo con eso. De hecho, los Estados Socialistas de antaño eran bastante duros con los delincuentes.

Por otro lado, los fiscales no son elegidos políticamente, sino que mediante concurso, de hecho alguien muy cercano lo es, y es profundamente católico ¿de izquierda entonces?.

Jueces descritariados han existido siempre, de hecho, bastaría calcular los promedios de edad, para ver que fueron formados durante la dictadura.

Se te olvido que la "natural evolución" eliminó a los senadores designados...gracias a dios.

La Derecha chilena, bastante antiliberal, siempre ha creído que la solución a la delincuencia es simplemente la fuerza. Yo estoy de acuerdo en que la ley debe aplicarse con sanciones fuertes, perpetua perpetua.
El problema es que con eso, no solucionan el problema en el largo plazo...

Miguelito...de catorce años, ¿de dónde aprendió todo lo que hace...? Hay un habitus de por medio, y eso lo rompes con una política no punitiva.

Álvaro P. dijo...

Interesante debate, pero toca varios temas a la vez, por lo que no es fácil hacer un comentario que se refiera a todos los puntos. En general concuerdo con Cristián, salvo en el comentario que parte hablando mal de la Reforma Procesal Penal. Encuentro que es uno de los pocos aciertos de la Concertación. No sé cuál es la profesión de Cristián, pero si fueras abogado y te hubiera tocado tramitar alguna vez en causas penales, habrías visto el secretismo, corrupción y arbitrariedad que reinaba. La Reforma fue darle aires nuevos. Concuerdo con Jorge en que esos aires nuevos se basan en principios liberales. El problema son las penas bajas que se imponen. Ahí habría que meter mano.

También es cierto Jorge que la causa de la delincuencia no es sólo la inexistencia de trabajo, sino que también los malos sueldos que en muchos lugares se pagan, pero justamente el mejor modo de solucionar eso es que haya menos desempleo, de modo que suba la oferta de trabajo, más demanda de trabajadores, que en consecuencia haya mayor competencia, y que por lo mismo suban los sueldos. No hay otra solución posible para los sueldos bajos.

Saludos,
Álvaro P.

cristian dijo...

Mi impresión con respecto a la Reforma Procesal Penal es que es como el Transantiago: micros nuevas, pintaditas, bonitas, con choferes uniformados y respetuosos, pero que no cumple bien con su función esencial: transportar gente dignamente.
En la Reforma, hay mayor rapidez, transparencia, uniformidad arquitéctonica (horrible) del espacio fisico de los juzgados, pero no cumple su función esencial: disuadir y castigar efectivamente a los delincuentes.
Yo eliminaría los juzgados de garantía, ese es el mayor desastre del sistema.

Álvaro P. dijo...

A mí me parece que la reforma es bastante buena, porque parte del principio de que no hay que castigar a quienes no se ha probado que son culpables. El sistema antiguo, en cambio, dejaba presos a las personas mientras se les investigaba, cuestión que podía durar varios años, y a veces se daban cuenta de que no había motivos para condenar a la persona y la soltaban.

Creo que es una buena reforma para defender a las personas en sus derechos. El problema es cuando los jueces son malos y no se dan cuenta de la peligrosidad de algunos inculpados, como sucede con los jueces de garantía. Otro problema es que las penas son muy bajas.

Saludos,
Álvaro P.