domingo, 27 de diciembre de 2009

Viva el IVA al Libro

Una de las geniales ideas de MEO (Q.E.P.D.) era eliminar el IVA al libro. Esa es una propuesta que suele encantarle a todo el mundo, ya que haría más barata la cultura, sacando así a los chilenos de aquella pobreza cultural que nos caracteriza... ¿Ahhh sí? A otro perro con ese hueso.

Si la gente de verdad quisiera leer, abarrotaría las muchísimas bibliotecas que existen en nuestro país (incluyendo las bibliometro), pero ellas están más vacías que refrigerador a fin de mes. O sea: los libros son gratis pero la gente no quiere usarlos. En buen chileno: si le quitamos el IVA al libro no vamos a estar dándole una mano a los pobres, sino que estaremos ayudando a que la Pía Correa su libro "Cocinando con Mónica".

En cambio, lo que sí se lograría sacándole el IVA al libro es hacer un hoyo en la represa de este impuesto que hasta el momento es uno de los más difíciles de evadir, porque si se le quita el impuesto al libro, ¿por qué no quitárselo también a la comida o a los remedios, que son algo bastante más fundamental? y así suma y sigue, con lo que se terminará creando un impuesto discriminatorio que se aplicará a unos productos y no a otros. Además, esto podría servir para que, por ejemplo, las farmacias que venden revistas anti-cultura las pasen por remedios, aumentando así la evasión.

Si de verdad se quiere fomentar la cultura se requieren medidas mucho más creativas y difíciles de aplicar señor MEO. Si Ud. quiere comprar el Código Da Vinci sin pagar IVA, más fácil le sale comprar la edición pirata en la calle.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad


Estimados conblogueros y "conlectores", les mando un saludo de Navidad, deseándoles que puedan tener una buena celebración con sus respectivas familias. Espero también que la nueva década sea muy buena.
Álvaro
A petición de la autora de la imagen publicada, agrego la siguiente información: Nombre de la Obra: Virgen del Caribe. Autora: Alejandra Baïz. Website: http://alejandra-baiz.webs.com

domingo, 20 de diciembre de 2009

IDD: Te conzco mosco

Al recordar cómo el populista de Zelaya se las quiso dar de tirano (llegó al poder apoyado por la derecha, en la mitad de su gobierno se declaró un caudillo socialista, pero no consiguió el soporte de los de su nueva tendencia en el parlamento), me puse a pensar que con el sistema parlamentario es más difícil que se generen estos pseudo-mesías. Fue sólo un pensamiento, ya que no es que ande con añoranzas del sistema parlamentario “a la chilena”, ese que hizo exclamar al presidente liberal Barros Luco en medio de su inactividad frente a los que llegaban a contarle problemas: que él no se preocupaba, ya que el noventa por ciento de los problemas se soluciona solo, y que el resto de los problemas no tiene solución. No, no ando con añoranzas porque ese peculiar sistema hizo que las responsabilidades se diluyeran en esa masa de parlamentarios anónimos.

Además, la democracia requiere responsables que den la cara por sus actos, de
modo que cuando las cosas vayan mal sea fácil saber a quién culpar. No digo esto por ese deseo tan humano de llevar brujas a la hoguera cada vez que algo sale mal, como se hizo con la Vivian Heyl con el escándalo de Becas Chile. Lo digo porque el modo de solucionar los problemas es justamente terminando con su causa, la que reside muchas veces en quienes están a cargo de coordinar a la sociedad. Por otro lado, cuando quienes nos gobiernan, toman decisiones o hacen recomendaciones son comisiones, nadie termina siendo el responsable por las metidas de pata. De hecho, creo que por eso le gustaban tanto a la Bachelet las famosas comisiones, como la de educación o la de equidad, porque así, si ella tomaba una decisión, siempre podía tirar un poco el traste para las moras y decir que el resultado no era una idea de ella, sino que del “consejo”. Por lo demás, como estos consejos funcionan sobre la base de mayorías, y es el mismo Gobierno quien elige a sus integrantes, es muy fácil proponer el número exacto de integrantes para que el resultado sea, a pesar de los negritos de Harvard, el buscado por quien convoca la comisión. Por eso, la derecha en general busca que las responsabilidades sean entregadas a alguien que sea la cara visible y no a estos entes diluyentes de responsabilidades.

Al pa
recer esto funcionó adecuadamente con el régimen presidencialista chileno, el cual logró que, a pesar de que nuestra Jefa de Gobierno tratara de desligarse de responsabilidades a través de la creación de comisiones, etc., la gente supiera que en definitiva la culpa de las embarradas era de la Presidente, quien manejó inadecuadamente muchísimas situaciones. Por eso estamos echando a nuestra simpática bruja.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Exclusión

Dicen que hay que mirar el vaso medio lleno, y en ese sentido algo bueno tiene esto de que tres comunistas hayan llegado al poder: ya no pueden hablar de la exclusión y criticar con eso el sistema binominal, que tanto bien le ha hecho al país. Ahora los únicos excluidos son los Aliancistas-Bacheletistas.

domingo, 13 de diciembre de 2009

IdD: Mucho abarca poco aprieta

Hoy no hablaré de las elecciones. Como todo el mundo ha de estar hablando de eso, hablaré de algo distinto.

Una de las películas que mejor refleja las ideas de derecha es “Los Increíbles I”, de Disney-Pixar. En ella unos superhéroes son obligados a renunciar a sus poderes e integrarse a la sociedad como gente normal, como lo que sucede con personas talentosas para los negocios en sociedades socialistas en las que no se les dan incentivos para desarrollar sus talentos. Sin embargo, mi idea ahora no es hablar esta película ganadora de dos óscares, sino que de una cosa en particular que ahí se decía. La hija estaba en toda esta etapa de la adolescencia y quería usar sus súper poderes para ser especial, pero la mamá le dice que no se preocupara con eso de ser normal, porque todas las personas son especiales de un modo u otro. La hija en una respuesta muy sabia le dice: “si todos son especiales, entonces nadie es especial”.

Algo similar sucede con los derechos humanos. Estamos de acuerdo en que deben ser protegidos especialmente, pero los “idealistas” quieren que todo se transforme en un derecho humano, no sólo el que no se mate a un inocente o la libertad para asociarse o profesar una religión (cosas en las que coinciden los realistas). No, ellos quieren incluir en el listado otras cosas como el “derecho humano” a la paz, al celular y
a que el Estado financie los cambios de sexo. Con ello sólo se logra que lo que antes tenía una protección especial pase a estar al nivel de meros deseos o de cosas en que incluso la gente no está de acuerdo.

Por eso considero una tontera el decir que existen derechos humanos de primera, segunda y tercera generación. De qué sirve decir que hay un “derecho humano de tercera generación” a la paz. ¿Es posible exigirle este “derecho” a alguien? Si no es exigible ¿es un derecho?

Al alargar el catálogo de derechos fundamentales —que ya no serían sólo humanos, sino que también de los árboles, de los animales, de los consumidores, no fumadores, etc.—, es que se agrandan las posibilidades de choques entre derechos (p.ej.: mi derecho a un medio ambiente libre de contaminación odorífera choca con tu derecho a no us
ar desodorante), sino que también se trivializa el núcleo de los derechos humanos verdaderamente fundamentales en una sociedad democrática. Del mismo modo en que con la inflación el valor de cada billete es más bajo, con la inflación de DD.HH. el valor de cada derecho individualmente considerado es menor. Además, si los esfuerzos mundiales no se enfocan en impedir mal acotados, los esfuerzos por evitar violaciones a los verdaderos derechos humanos no serán muy efectivos, pues quien mucho abarca poco aprieta.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Q.E.P.D.

Qué penoso lo del procesamiento por la muerte de Frei... pero no por lo del "asesinato", que debe ser igual de trucho que los lingotes de oro, el estudio hecho por una Universidad Belga y que todos esos otros hechos que se han inventado en tantas ocasiones para cubrir los Mop-Gate, los Chiledeportes y otras corruptelas. No, no es penoso por eso, sino porque la Concerta juega con la memoria de un padre difunto, algo sagrado, con tal de perder por un margen más bajo.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Hombre-Gato y Hombre-Mujer

¿Conocen Uds. el caso del “hombre gato”? Es un desequilibrado que se cree gato, y por eso se somete a todo tipo de cirugías para parecerse a uno. ¿Logrará convertirse en gato? ¿y si la ley dijera que es un gato? Alguien sostenía en Inglaterra que “el Parlamento puede hacer cualquier cosa excepto convertir a una mujer en hombre o a un hombre en mujer”*

Esto, que
parecía tan lógico, no le parece tanto a la Corte Europea de DD.HH., la que el año 2002 en el caso de Christine Goodwin Vs. Reino Unido decidió, basándose en el derecho a la vida privada y a la identidad personal, que era un “derecho humano” no sólo que la persona “cambiara su sexo”, sino que además que el Estado le permitiera llevar ese cambio hasta las últimas consecuencias, obligando a registrar al transexual según lo que esta persona (generalmente hombre) quisiera ser para todos los efectos legales, incluyendo el matrimonio con personas del mismo sexo genético.

Lo qu
e no me queda claro es que si esta persona quisiera dedicarse a los deportes, ¿sería lícito imponerle prohibiciones o castigos como se le hizo a la pobre Semeneya? Al parecer no, por lo que su testosterona le permitiría alcanzar los primeros lugares en las competencias mundiales.

Y por si Uds. no saben, nuestro registro civil acepta al menos cambios de nombre por “cambio de sexo”. ¿Permitirá alterar también las partidas de nacimiento?

La Corte Europea dijo que lo único que se podía imponer eran requisitos al matrimonio de estas personas, como avisar al novio que su "novia era genéticamente un hombre. Lamentablemente si se sigue en el camino que por el que está yendo la Corte (la que antiguamente daba a los Estados un margen de apreciación para que ellos tratar
an el tema como quisieran), probablemente en un tiempo más digan que el derecho a la privacidad impide que los Estados le den este aviso al futuro marido... eso sí que sería pasar gato por liebre.


*A. Dicey al explicar el principio de la soberanía parlamentaria, Introduction to the Study of the Law of the Constitution, London: MacMillan, 1968, p. 43.