domingo, 25 de abril de 2010

IdD: Estará de Dios... (Realismo frente a las Leyes)

La semana pasada las noticias en Europa no pararon de hablar de la nube de cenizas lanzadas por el volcán Eyjafjallajokull (¿les quedó claro el nombre? ¿supercalifragilisticuespialidoso?). ¡Es increíble que en pleno siglo XXI el modo de vivir de gran parte de los países “desarrollados” pueda verse afectado por un par de cenizas en el aire! Lo bueno es que sirve para que recordemos que no somos omnipotentes. A ver si así se nos quitan estos aires de grandeza.

En todo caso, me alegra mucho que esto no haya pasado en Chile, porque o si
no nuestros legisladores —entre los cuales muchos se creen omnipotentes— se habrían puesto a presentar proyectos que, tratando de solucionar problemas imposibles de arreglar por ley, dirían cosas como desde “Oblíguese a las compañías de seguros a asegurar contra nubes de cenizas”, pasando por “Oblíguese a las compañías de seguros a asegurar contra nubes de cenizas, pero sin subir el precio a la prima”, y culminando en cosas como “Prohíbense las erupciones volcánicas en períodos de auge turístico”.

No crean que estoy exagerando. Es cierto que en gran parte el debate parlamentario en nuestro país está determinado por lo que los Honorables vieron en las noticias durante la semana. Esto se nota en que, si en una semana hubo un reportaje importante sobre un asunto específico, los parlamentarios presentan como cuatro proyectos sobre el tema a la semana siguiente. El problema de esto no es sólo que muestre una falta de preparación al legislar, sino que en muchos casos también una creencia de que la ley puede resolver todos los problemas del ser humano… siendo que muchas veces es la causa (v.gr. Estatuto Indecente). Un ejemplo de lo anterior es el proyecto de ley que buscaba erradicar la obesidad prohibiendo, entre otras cosas, que niños menores de catorce años compren cosas perversas como mermeladas o mayonesas.

Supuestamente la derecha, por su carácter más pragmático, no debiera caer en la tentación de tratar de abolir el mal por ley… pero muchos han cedido a sus principios y populistamente se ponen a presentar proyectos de este estilo, olvidando que la misión
de las leyes es sólo tratar de fijar las normas en las cuales la sociedad misma se pueda dirigir al bien común, dando una certeza jurídica, pero no tratando de regular todo el comportamiento social. Hay que aceptar que hay males que lamentablemente no queda más que tolerar, pues si se tratara de arreglarlos por ley se terminaría creando una sociedad totalitaria. Por mucho que se quiera, no se saca nada promulgando una ley que digapueden solucionar los problemas sociales con una ley que diga: “Prohíbase el mal en el mundo”.

11 comentarios:

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Concuerdo contigo.

El otro día, con el bullying proponían una ley para eso...y así con cada cosa.

Pero debemos dejar en claro que eso de no hacer leyes para todo, no es una idea de derecha sino una idea anarquista.

Para el anarquista, los vicios no son crímenes.

Para la gente de derecha son pecados y crímenes (bueno eso último depende de quién lo cometa, son medios ambiguos a veces).

Álvaro P. dijo...

Jorge: Los anarquistas parece que no quieren ninguna ley. La derecha se da cuenta de que es necesario tener leyes en una sociedad.

Con relación a lo que dices, la gente de derecha es mucho más tolerante frente a los vicios que la de izquierda. En ese sentido, te apuesto que si me pones junto a uno de izquierda, yo consideraré malas muchas más cosas que él. Probablemente él sólo considerará malo el fumar. La diferencia es que yo toleraré la mayoría de los males (incluso los morales, a menos que sean muy graves), y él en cambio querrá imponer su oposición a través de leyes, como la ley del tabaco.

Saludos.
Álvaro

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Álvaro, en el fondo tanto la gente de derecha como izquierda o mejor dicho los conservadores de ambos sectores, son constructivistas y pretenden imponer por ley sus normas morales al resto.

La ley tiene su base en la coacción.

No sé si tú toleres todo, puede que te calles o "refunfuñes", pero eso no es tolerar.

Saludos

Javier Bazán Aguirre dijo...

¿Se conoce una sociedad en la historia de la humanidad que no esté basada en la ley y que se tenga pruebas de que vivan sin atropellarse, por así decirlo, unos a otros?

saludos

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Depende del concepto de ley que apliques.

Los Yanomami podrían ser un ejemplo.

Álvaro P. dijo...

Javier: Concuerdo contigo. Incluso los Yanomami que dice Jorge deben tener leyes, quizá son orales y consuetudinarias, en vez de escritas y promulgadas por la autoridad, pero son leyes al fin y al cabo.

Jorge: Lógico que no lo tolero todo. Lo contrario sería ser idiota.
En todo caso no estoy de acuerdo contigo, ya que el callar algo que a uno le desagrada sí es tolerar. Es más, criticarlo en su justa medida no implica necesariamente una intolerancia, ¿o tú no toleras las cosas que opino yo?

Saludos.
Álvaro P.

Nicolás V. dijo...

Basicamente has dado el mismo argumento que se utiliza para la despenalización de las drogas, salvo que en ese caso vemos que las consecuencias de la penalizacion es el espacio y el negocio de los narcotraficantes, que a la larga es mucho más devastador para el conjunto de la sociedad que la consumicion de estupefacientes privadamente. En el fondo lo que planteas, es que muchos ambitos de la convivencia y sociedad no tienen que estar regulados con leyes, mas bien sino con normas.

Lo del tabaco es una hipocresia, la ley de tabaco, no persigue al fumador, sino que cuida al que no lo hace. En ningun caso se criminaliza a la gente que sacia su drogadiccion (no nos mintamos, el tabaco es una de las drogas mas nocivas y que mas muertes y enfermedades causa al año), sino mas bien, la idea es que te drogues de nicotina y alquitran en tu casa o en espacios habilitados para tales drogodependientes, y no contamines y hagas respirar tu droga a otros que como en mi caso no fumamos, pero cada uno es libre de hacerse el daño que quiera siempre que no dañe a los demas.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Hay una diferencia esencial, no hay un aparato coactivo que ampara la imposición moral de unos sobre unos varios. Las normas se basan en la experiencia y no en el monopolio de la fuerza que impone el criterio de unos sobre otros. Acá hay leyes viejas totalmente anacrónicas…

El ejemplo de Nicolás con las drogas es bueno. ¿Por qué la derecha rechaza el consumo libre de drogas si es una actividad privada? Espero debate en esto.

En cuanto a la tolerancia, callarse algo que te molesta es hipocresía no tolerancia.

Perfectamente podrías decir: Sabes, me molesta esto o lo otro, o discrepo, etc.

¿Por qué te callas? Para no parecer intolerante, no porque eres tolerante.

Por eso, yo puedo decir: Álvaro, no me gusta esa idea tuya, o no me gusta tu religión por esto, etc...Eso es crítica no intolerancia.

Intolerancia es que dijera: quiero que te metan preso por pensar o ser de tal religión, raza, sector político, tendencia sexual...o que dijera no opines acá en este blog de x doctrina…etc. O tales atentan contra la moral de la sociedad o estos van contra los valores de la patria o el pueblo…

Por eso, la tolerancia requiere el respeto del otro, y su reconocimiento como tal.

Los blancos americanos eran hipócritas, no tolerantes con los negros. Eran tolerantes cuando estaban lejos de sus suburbios no cuando pasaban frente a sus jardines…

Javier Bazán Aguirre dijo...

Pregunta:
¿Habrá una sociedad que no aplique la ley, sin recurrir a la fuerza, ya sea a través del monopolio, ya sea a través de privado?

Álvaro P. dijo...

Nicolás: Puede ser lo que dices del tabaco, pero creo que esa ley llega a extremos, como el no permitir que una familia con hijos menores ingrese a la sección de fumadores de un restaurant. Te aseguro que el estar dos horas al mes en un restaurant de fumadores no les hace ningún daño. Creo que ésta es una ley de puritanos.

Jorge: El callar no significa necesariamente hipocresía.

Javier: Creo que ninguna.

Saludos.
Álvaro P.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

¿Qué te parece esta idea de la UDI: pagar un bono de 100 mil pesos por quienes opten por casarse, otro por tener hijos y un incentivo por años de matrimonio?