¿Qué es eso que dijo el Gobierno de que no necesitan ayuda? (Ver noticia) ¿No han visto a la gente que lo perdió todo?
¿Qué es eso de que hubo "marejadas"? ¿No han visto a la gente de Iloca, Constitución, Pelluhue? Si eso no es un maremoto, ¿qué?
¿Por qué no declararon Estado de Emergencia apenas la gente empezó a pedir un poco de orden? ¿No se dieron cuenta de que los saqueos ni siquiera eran de bienes básicos?
¿Cómo m***** se caen los pasos sobre nivel construídos hace un par de años? ¿Será porque se hicieron arreglos los del MOP?
¿Por qué le bajan el perfil a este cataclismo? (lo que significa menos ayuda internacional para los pobres que lo perdieron todo).
¡Éstas sí que son cagadas grandes para coronar sus gobiernos! Y el peso de este broche de oro estará en sus conciencias.
domingo, 28 de febrero de 2010
jueves, 25 de febrero de 2010
"Socialismo del Siglo XXI" = Marximo de Antaño
La Comisión Interamericana de DDHH publicó ayer su crítico informe sobre DDHH en Venezuela. Si esta institución internacional, tan cercana al socialismo, critica al "socialismo del siglo XXI", la cosa debe ser horrenda...
domingo, 21 de febrero de 2010
Té, onces, ¿elevenses?
Estimados: Lamentablemente estoy casi sin conexión a internet y con poca creatividad, así que, en vez de subir el típico posteo semanal largo subiré una corta teoría.
No sé si han escuchado las teorías de por qué se le llama en Chile "onces" a la hora del té (aunque se pronuncia "once", por nuestra pronunciación chilena que se come las "s"). Generalmente se dan dos teorías poco convincentes:
1. Viene de las once letras que tiene la palabra aguardiente, y era usado como clave por personas tomaban té con malicia. Además de que eso parece chiste, eso justificaría usar la palabra "once" y no "onces".
2. Que viene de una junta de once señoras que se juntaban en un club a tomar té.
Mi teoría es la siguiente: he notado que en las islas británicas hablan de "elevenses" para referirse a la colación de media mañana, y como nosotros nos creemos los ingleses de Sudamérica, habríamos adoptado eso mismo... pero para la media tarde.
Yo estaba muy feliz con esta teoría... hasta que hace un minuto, revisando una cosa específica en Wikipedia, me di cuenta de que ya había sido postulada por alguien más... espero que no me pase eso con mi tesis.
No sé si han escuchado las teorías de por qué se le llama en Chile "onces" a la hora del té (aunque se pronuncia "once", por nuestra pronunciación chilena que se come las "s"). Generalmente se dan dos teorías poco convincentes:
1. Viene de las once letras que tiene la palabra aguardiente, y era usado como clave por personas tomaban té con malicia. Además de que eso parece chiste, eso justificaría usar la palabra "once" y no "onces".
2. Que viene de una junta de once señoras que se juntaban en un club a tomar té.
Mi teoría es la siguiente: he notado que en las islas británicas hablan de "elevenses" para referirse a la colación de media mañana, y como nosotros nos creemos los ingleses de Sudamérica, habríamos adoptado eso mismo... pero para la media tarde.
Yo estaba muy feliz con esta teoría... hasta que hace un minuto, revisando una cosa específica en Wikipedia, me di cuenta de que ya había sido postulada por alguien más... espero que no me pase eso con mi tesis.
miércoles, 17 de febrero de 2010
Ayuno y abstinencia
Aprovechando que hoy es Miércoles de Cenizas, les dejo un link a las Normas sobre la Penitencia de la Conferencia Episcopal Chilena.
lunes, 15 de febrero de 2010
IdD: No le pidamos peras al olmo (imperfecciones del mercado)
¿Pero qué pasa los pobres no pueden comprar lo necesario para la vida? ¿o si no se alcanza este milagroso precio de equilibrio? ¿No es esto una imperfección del mercado? Para responder esto hay que recordar que el mercado no es Dios. Es sólo el mecanismo natural que hace eficiente la asignación de precios reflejando las decisiones de las personas al reflejar en precios decisiones de millones de personas (y no debemos olvidar que estas elecciones son hechas por gente con pecado original. Veamos los problemas principales:
1. La gente pobre puede no alcanzar a comprar cosas básicas, v.gr. educación o salud básica. Frente a este problema no hay que ir de atrás para adelante y fijar precios, ya que eso sólo llevará a que exista escasez de ese producto, como sucedió con Allende quien dijo al final de su gobierno: “sólo queda harina para tres días”. El mejor modo de solucionar esto será dar subsidios a los pobres.
2. Los bienes gratuitos de uso común, como el medio ambiente, pueden ser mal utilizados al no cobrarse nada por ellos. Acá el Estado puede también intervenir, ya sea restringiendo prudentemente el uso de estos bienes, o poniéndoles artificialmente un costo.
3. A veces existen monopolios que pueden hacer que los precios suban mucho. Acá hay que partir de la base de que los monopolios no son algo malo en sí mismo, ya que si alguien es el único dueño de un negocio y se pone a subir los precios, esa subida de precios será momentánea, pues ya llegará otro a hacerle la competencia bajando los precios. El problema se produce cuando existen “barreras a la entrada”, como sucedería si se hacen prácticas contrarias a la libre competencia, pero para eso hay que procurar que la Fiscalía sea eficiente. Algo distinto sucede si esta barrera a la entrada es algo natural que no pueda ser evitado, caso que sería el único en el que sería necesario que el Estado regulara de algún modo.
Al tratar de solucionar estos problemas no se debe olvidar que el mercado será una realidad subyacente, ya que al contrario a lo que dijo un político, la ley de la oferta y la demanda no es algo derogable. Así, si se pretende dar un subsidio a los cesantes, se debe procurar que no sea muy alto ni muy extendido en el tiempo, ya que ello haría que ese subsidio fuera más demandado que el trabajo, transformándose en un incentivo a la cesantía.
1. La gente pobre puede no alcanzar a comprar cosas básicas, v.gr. educación o salud básica. Frente a este problema no hay que ir de atrás para adelante y fijar precios, ya que eso sólo llevará a que exista escasez de ese producto, como sucedió con Allende quien dijo al final de su gobierno: “sólo queda harina para tres días”. El mejor modo de solucionar esto será dar subsidios a los pobres.
2. Los bienes gratuitos de uso común, como el medio ambiente, pueden ser mal utilizados al no cobrarse nada por ellos. Acá el Estado puede también intervenir, ya sea restringiendo prudentemente el uso de estos bienes, o poniéndoles artificialmente un costo.
3. A veces existen monopolios que pueden hacer que los precios suban mucho. Acá hay que partir de la base de que los monopolios no son algo malo en sí mismo, ya que si alguien es el único dueño de un negocio y se pone a subir los precios, esa subida de precios será momentánea, pues ya llegará otro a hacerle la competencia bajando los precios. El problema se produce cuando existen “barreras a la entrada”, como sucedería si se hacen prácticas contrarias a la libre competencia, pero para eso hay que procurar que la Fiscalía sea eficiente. Algo distinto sucede si esta barrera a la entrada es algo natural que no pueda ser evitado, caso que sería el único en el que sería necesario que el Estado regulara de algún modo.
Al tratar de solucionar estos problemas no se debe olvidar que el mercado será una realidad subyacente, ya que al contrario a lo que dijo un político, la ley de la oferta y la demanda no es algo derogable. Así, si se pretende dar un subsidio a los cesantes, se debe procurar que no sea muy alto ni muy extendido en el tiempo, ya que ello haría que ese subsidio fuera más demandado que el trabajo, transformándose en un incentivo a la cesantía.
domingo, 7 de febrero de 2010
Esta casa propone: Derogar la Ley de Amnistía
Perdón por no haber mandado ningún posteo la semana pasada. Ahora espero reivindicarme con la publicación de un posteo medio polémico referido al derecho humano a la igualdad ante la ley y al debido proceso (proceso judicial justo): Nuestro Estado está violando ambos.
Sin pronunciarme sobre violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado por ciertos militares, me interesa referirme a las violaciones a los derechos humanos que se cometen actualmente: hoy en día los militares son los únicos chilenos a los que se les están iniciando procesos criminales en el antiguo sistema penal, el mismo que siempre ha sido criticado por no contar con las debidas garantías procesales. En efecto, los militares están siendo condenados en procesos secretos, donde el juez investiga y se forma un prejuicio antes de juzgar, y en el que muchas veces se les somete a prisiones preventivas largas e innecesarias.
Según entiendo, lo anterior se produce principalmente por dos motivos:
1. Porque son juzgados por tribunales militares, los que se rigen por el mismo procedimiento “inquisitivo” antiguo, que fuera tan criticado por moros y cristianos (…especialmente por moros). Esto es inadecuado no sólo por el problema de la falta de garantías procesales, sino también porque, según ha dicho la Corte Interamericana de DDHH en el caso Palamara, los tribunales militares en tiempo de paz deben sólo juzgar delitos “de función” y no delitos comunes, como sería el “secuestro”.
Lamentablemente, aunque se reformara la ley y se dijera que los delitos comunes cometidos por militares en tiempo de paz debieran ser conocidos por tribunales ordinarios, el actual sistema procesal penal rige sólo para los delitos cometidos después de la entrada en vigencia del nuevo proceso. Esto afectaría sólo a los militares, ya que los delitos de no uniformados serían considerados prescritos (los delitos cometidos por los militares en materia de DDHH son considerados por muchos jueces como delitos imprescriptibles).
2. Existe una ley de amnistía que originalmente favorecía tanto a militares como a delincuentes de izquierda. Sin embargo, aunque a los últimos se les aplicó y quedaron libres, a gran parte de los uniformados no se les está aplicando, pues se sostiene que sus delitos serían imprescriptibles e inamnistiables. Lo curioso es que, como esta ley ha beneficiado y sigue beneficiando a algunos militares, ellos se ven obligados a defender esta ley que en gran medida no es práctica.
Algunos dicen que a estas alturas conviene derogar la ley de amnistía, con lo que se podría juzgar a los delincuentes izquierdistas, pero eso no es cierto, ya que sus delitos ya están prescritos.
En fin, sumando y restando, creo que sería bueno negociar un término a la ley de amnistía, bajo la condición de que los militares sean juzgados en igualdad de condiciones con el resto de los chilenos. En dicha negociación los siguientes puntos debieran ser irrenunciables:
1. Que los militares deban ser juzgados a través del nuevo sistema procesal penal. El único problema de esto es que sería necesario que se reforme una norma transitoria de la Constitución.
2. Que los militares ya beneficiados por la ley de amnistía en una sentencia con cosa juzgada no puedan ser juzgados nuevamente.
3. Que los militares condenados a pena de presidio cumplan sus condenas en cárceles militares (eso cumpliría el principio de que los condenados deben estar agrupados en las cárceles según la gravedad del delito cometido).
Además, considerando que después de pasados muchos años desde la comisión del delito la calidad de la posible investigación baja, y la necesidad de meter al ofensor a la cárcel disminuye, creo que sería necesario hacer una ley que rebaje gradualmente las penas de los delitos “imprescriptibles” (en la cual habría que definir también como imprescriptibles los delitos terroristas).
Esto terminaría con la ley de amnistía, pero haría que los militares que actualmente están siendo perseguidos penalmente sean investigados mediante procedimientos penales con las garantías mínimas.
Sin pronunciarme sobre violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado por ciertos militares, me interesa referirme a las violaciones a los derechos humanos que se cometen actualmente: hoy en día los militares son los únicos chilenos a los que se les están iniciando procesos criminales en el antiguo sistema penal, el mismo que siempre ha sido criticado por no contar con las debidas garantías procesales. En efecto, los militares están siendo condenados en procesos secretos, donde el juez investiga y se forma un prejuicio antes de juzgar, y en el que muchas veces se les somete a prisiones preventivas largas e innecesarias.
Según entiendo, lo anterior se produce principalmente por dos motivos:
1. Porque son juzgados por tribunales militares, los que se rigen por el mismo procedimiento “inquisitivo” antiguo, que fuera tan criticado por moros y cristianos (…especialmente por moros). Esto es inadecuado no sólo por el problema de la falta de garantías procesales, sino también porque, según ha dicho la Corte Interamericana de DDHH en el caso Palamara, los tribunales militares en tiempo de paz deben sólo juzgar delitos “de función” y no delitos comunes, como sería el “secuestro”.
Lamentablemente, aunque se reformara la ley y se dijera que los delitos comunes cometidos por militares en tiempo de paz debieran ser conocidos por tribunales ordinarios, el actual sistema procesal penal rige sólo para los delitos cometidos después de la entrada en vigencia del nuevo proceso. Esto afectaría sólo a los militares, ya que los delitos de no uniformados serían considerados prescritos (los delitos cometidos por los militares en materia de DDHH son considerados por muchos jueces como delitos imprescriptibles).
2. Existe una ley de amnistía que originalmente favorecía tanto a militares como a delincuentes de izquierda. Sin embargo, aunque a los últimos se les aplicó y quedaron libres, a gran parte de los uniformados no se les está aplicando, pues se sostiene que sus delitos serían imprescriptibles e inamnistiables. Lo curioso es que, como esta ley ha beneficiado y sigue beneficiando a algunos militares, ellos se ven obligados a defender esta ley que en gran medida no es práctica.
Algunos dicen que a estas alturas conviene derogar la ley de amnistía, con lo que se podría juzgar a los delincuentes izquierdistas, pero eso no es cierto, ya que sus delitos ya están prescritos.
En fin, sumando y restando, creo que sería bueno negociar un término a la ley de amnistía, bajo la condición de que los militares sean juzgados en igualdad de condiciones con el resto de los chilenos. En dicha negociación los siguientes puntos debieran ser irrenunciables:
1. Que los militares deban ser juzgados a través del nuevo sistema procesal penal. El único problema de esto es que sería necesario que se reforme una norma transitoria de la Constitución.
2. Que los militares ya beneficiados por la ley de amnistía en una sentencia con cosa juzgada no puedan ser juzgados nuevamente.
3. Que los militares condenados a pena de presidio cumplan sus condenas en cárceles militares (eso cumpliría el principio de que los condenados deben estar agrupados en las cárceles según la gravedad del delito cometido).
Además, considerando que después de pasados muchos años desde la comisión del delito la calidad de la posible investigación baja, y la necesidad de meter al ofensor a la cárcel disminuye, creo que sería necesario hacer una ley que rebaje gradualmente las penas de los delitos “imprescriptibles” (en la cual habría que definir también como imprescriptibles los delitos terroristas).
Esto terminaría con la ley de amnistía, pero haría que los militares que actualmente están siendo perseguidos penalmente sean investigados mediante procedimientos penales con las garantías mínimas.
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