domingo, 30 de agosto de 2009

Paternalismo

El libro Freakonomics hace entre sus varios estudios uno sobre los nombres en EE.UU. Entre otras cosas se cuenta el caso real de un padre que quería tener un hijo a quien le fuera bien en la vida, por lo que lo llamó Winner (ganador), y cómo al tener un segundo hijo, quizá estando medio curado, decidió llamarlo Loser (perdedor). Irónicamente fue este último quien fue un ganador en la vida. En ese mismo capítulo se hace también un análisis sobre los nombres más comunes y se llega a la conclusión de que las modas de los nombres vienen dadas por aquellos que en algunos años previos han estado de moda entre las clases más altas. Pienso que lo mismo sucede con aquellos que son figuras públicas y artistas (no olvidemos que muchos niños han sido llamados Maikol o Por en honor a Michael Jackson o Paul Anca).

Es este último fenómeno, el "mirar para arriba", es el que me interesa este posteo.

Seguir el ejemplo del estilo de vida de las figuras públicas y clases altas se da en distintos ámbitos, no sólo en cuanto a los nombres, sino que también en el uso de camisas polo y otras más. Es por eso por lo que existen los arribistas y los siúticos. En cierto sentido a veces las personas miran en ellos un modelo a seguir.

Por eso las clases dirigentes y las figuras públicas tienen la responsabilidad de dar un buen ejemplo. El haber nacido con los talentos con los que llegaron al mundo no les da sólo privilegios.

Estoy
por lo general en contra del paternalismo que viene del Estado, pero no del paternalismo entendido como la responsabilidad que tienen las figuras públicas y las clases dirigentes de dar buen ejemplo y ayudar a los menos favorecidos. En ese sentido me considero paternalista. Por eso me parecen pésimo actitudes como la que vi el otro día donde una joven cuiqueli pidió en una micro de Vitacura que la llevaran gratis. ¿Qué habrán pensado las personas de condición sencilla que iban en la micro? ¿por qué tendrían que pagar si ella andaba gratis?

15 comentarios:

Javier Bazán Aguirre dijo...

Ahora está de moda en las mujeres nombre como Florencia, que era típico de los años 50 del siglo pasado y que hace 20 hubiese sido inconcebible.

La expresión 'paternalista' que empleas para seguir modelos me parece incorrecta. Muchas personas sobre todo millonarios que tienen origen humilde nunca se han arrimado al estado, pues ese sería perder su independencia.

Javier Bazán Aguirre dijo...

Y que la ayuda no se convierta en asistencialismo.

Iván M. Garay Pagliai dijo...

Álvaro:

Precisamente es la responsabilidad el primer deber que le corresponde a las elites, como en su tiempo le correspondió a la nobleza.

Recuerdo una clase de Ángel Soto en que señaló que el deber de la aristocracia es hacerse cargo del conocimiento que posee y de saber entregárselo a la gente.

Anónimo dijo...

¿Qué habrán pensado las personas de condición sencilla? Simple, que hay aprovechadores en todos lados, incluidas las elites y las clases altas.

Creer lo contrario es como creer en el viejo pascuero. Las elites no son virtuosas como lo planteas ni tampoco necesariamente son las más talentosas (Lagos Weber).

Esa idea es de tiempos del derecho divino.

Berlusconi, miembro de las elites, un gran ejemplo...

Sarkozy, miembro de las elites, tenían amante, pero aparecía con la esposa...

Y la lista sigue, hay políticos, empresarios, sacerdotes, artistas...

Ojalá no censures, porque con la verdad no ofendo ni temo.

Tucker

Álvaro P. dijo...

Javier: Te encuentro toda la razón en eso de que la ayuda no se debe transformar en asistencialismo. El ideal es "enseñar a pescar".

Con relación al concepto que uso de paternalismo tienes razón en que no es el más adecuado. Sin embargo, paternalismo no se agota en una actitud del Estado. Según la RAE es una "Tendencia a aplicar las formas de autoridad y protección propias del padre en la familia tradicional a relaciones sociales de otro tipo; políticas, laborales, etc.". En este posteo trato de decir que las personas que están en la vida pública y en otras posiciones importantes de la sociedad tienen que sentir una cierta responsabilidad que viene de su posición. Algo parecido a las responsabilidades de los padres, quienes no tienen su autoridad sólo porque sí.

Iván: Estamos de acuerdo. Eso es justamente lo que quiero decir.

Tucker: Eso de "con la verdad no ... temo" que dices no parece ser tan efectivo. Si es así, ¿Por qué nunca has usado tu nombre real?

Saludos.
Álvaro P.

Anónimo dijo...

Simple mi amigo, porque son los argumentos los verdaderos, no los nombres...

Anónimo dijo...

¿Acaso, importa el nombre si doy un argumento verdadero?

Tucker

Álvaro P. dijo...

Lógico que importa si dices que hablas "sin temor".

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

La frase hace alusión a la censura que aplicas...

Tucker

Álvaro P. dijo...

Se llama "edición".

Anónimo dijo...

jajajajajaja

Anónimo dijo...

Jajajaja...ahora la censura se llama edición. Por favor.

Tucker

Álvaro P. dijo...

¿Desde cuándo la edición se llama censura?

Anónimo dijo...

Más bien...¿Desde cuando la censura se llama edición?

Tucker