domingo, 10 de febrero de 2008

Pokemoda

En la época en que se veían los Caballeros del Zodíaco, Dragon Ball Z y demás muestras del “animé japonés”, yo prefería ver “Friends”, la sobreponderada teleserie nacional, o sencillamente la abstinencia televisiva. Por eso no sé mucho de Pokemón, Picachú, ni de sus demás seres de morfología semi animal. Sólo los conozco por sus fans chilenos, así que no sé si el ponceo y el reggaetón eran costumbres originales de estos monos (aunque que no me extrañaría, ya que el manga japonés nunca ha propiciado la cristiana inocencia infantil).

Por eso, si alguien me preguntara si es una moda eso de ser pokemón (…sí señora, ya no se pronuncia pókemon), no sabría qué responder. Quizá le diría que sí, pero sólo en parte, ya que en general las modas son cosas que sobrevuelan a la persona, que no hacen que quede mucho de ellas en su espíritu (por ejemplo: la chasquilla de una ex-adolescente no se le quedó pegada en su alma, del mismo modo que sus actuales anteojos-de-sol-máscara no determinará en modo alguno su futura vida personal). En cambio, muchas de las características pokemonas tipo "ponceo" (léase “atraques” sucesivos, compulsivos y competitivos), sí dejarán una huella difícil de borrar en los detentadores de esta corriente urbana.

Recuerdo que por ahí por segundo medio, en mi curso dio vuelta la “moda” de desmayarse voluntariamente a través de un práctico sistema de ahogamiento. Incluso hubo uno que encargó que le practicaran ocho desmayos inducidos. No sé si será verdad lo que dijeron las madres del colegio cuando se enteraron, pero se afirmó que era peligrosísimo. A lo que voy con esta digresión, es que hay “modas” que dañan, y eso sucederá con el “pokemonismo”. Las tierras se pueden parcelar, lotear o dividir, pero eso no pasa con las personas. No se puede pretender dividir el placer de comer chocolates, con el consiguiente engorde. Asimismo, no se puede separar el placer
sensual, con el enflaque de las capacidades afectivas.

Por eso es preocupante leer en revistas a ciertos padres entrevistados sobre las conductas pokemonas de sus hijos, que afirman creer que sus hijos se portarán bien, a pesar de que confiesan que nunca les hayan hablado sobre la importancia y profundidad del sexo, los afectos y la castidad. Padres: ¡en vez de ver televisión pónganse a educar, que para eso están!

21 comentarios:

Nery dijo...

no lo podrías haber dicho mejor. No somos amigos de nuestros hijos..somos padres, ese es nuestro rol y debemos hacernos cargo de él. Bonito serìa que saliera a tomar tequila y a poncear con la cata( mi hija de 12 años) como lo he visto en otros casos. Niñas de 13 años ponceando como contratadas, con el permiso de sus padres quedándose en la casa del pololo de turno sin la mas minima ponderación de las consecuencias. Debemos guiar, hacernos responsables de la educación. de la entrega de valores , del control..tanto permiso para todo nos lleva a generar individuos sin voluntad, sin aspiraciones que vayan mas allà de pasarlo bien, sin compromiso, sin valores..mi hija aún es una niña..Dios quiera que no se me escapè por ahì porque a veces basta una amiguis para que quede la escoba...mientras tanto yo observo y aprendo..y espero no cometer los errores que veo.
Muy buen post..saludos!!!!

Álvaro P. dijo...

Muchas gracias Nery, y creo que diste en el punto con eso de que se está generando personas "sin aspiraciones que vayan más allá del pasarlo bien". Es increíble cómo está lleno de jóvenes sin ideales, sin intenciones de buscar bienes mayores, fines que les puedan quitar un poco de comodidad. Eso es realmente terrible, porque el pasarlo bien no le da un sentido a la vida, porque no siempre se puede estar así.

Te encuentro toda la razón. Los padres deben guiar a los hijos, enseñarles valores y autocontrol, no ser sólo espectadores de lo que les enseñen en el colegio.

Gracias por el comentario. Dios mediante tu hija estará bien encaminada.

Saludos,
Álvaro P.

Matías Irarrázabal dijo...

Es una moda que personalmente repudio

pero espero que sea solo una moda y una etapa más de los jóvenes de descubrimiento personal..

http://asociaciondelbuenescribir.blogspot.com/

saludos cordiales

Alejandra dijo...

No estoy de acuerdo con la frase de apagar el televisor y educar. No se puede tapar el sol con un dedo, mejor dejarlo prendido y educar a la vez.
De los pokemones en concreto, así como las otras tribus urbanas que existen ahora, no opino en sí mismas, son reflejos actuales así como antes fueron los hippies o los new wave.
Saludos

Álvaro P. dijo...

Alejandra: Cuando decía que apagaran el televisor, me refería principalmente a que los padres no se dediquen sólo a ver televisión con los hijos, sino que conversen. No es posible educar y ver televisión a la vez, al mismo tiempo. No iba a decir que les impusieran un régimen de abstinencia televisiva a los niños.
Con relacióna que son reflejos actuales, tienes razón, pero justamente es un indicativo de que la sociedad actual tiene que mejorar algunos puntos.

Matthew: Bienveido al blog. Yo no tengo nada en contra de la moda de los pokemones, sino que lo que encuentro preocupante son algunas conductas de ellos, que los pueden ir desconstituyendo como personas.

Gracias por los comentarios.
Saludos,
Álvaro P.

Laura dijo...

Jjajajaja...

A mi, personalmente me parece una estupidez la era pokemon, pero debo admitir, que de peque�ita, era una de aquellas prsonas metida en aquella multitud que adoraba los pokemons.
Gragon Z ball, sin embargo no me aprece tan est�pido, no s� aquellos quienes quieran salirse de lo normal y sumergirse en un mundo un tanto fantasiso.. est� en su derecho.

As� mismo, aseguro que noes f�cil un argumento como ese.

En fin, las modas son modas, y todo tiene que pasar, y veo un poco tonter�a lo de preocuparse por esta en concreto,(a la de pokemon solamente) ya que a los ni�os como ni�os que son, les interesa m�s sumarse a la sociedad que otra cosa, pienso que cuando crezcan, se dar� cuenta de que las masificaciones no es lo m�s correcto para una personalidad �nica y unas opiniones sin manipular.

Laura.

thiswaytoparadise.blogspot.com

Laura dijo...

Por cierto, lo de educar tienes toda la razón!


EN eso no te llevo la contraria!

Matías Irarrázabal dijo...

Muchas gracias por su comentario

agradesco la altura de miras

saludos cordiales

http://asociaciondelbuenescribir.blogspot.com/

Álvaro P. dijo...

Laura: Muchas gracias por el comentario. Según ví en tu perfil y en tu blog eres de España. ¿Allá también existe esta tribu urbana?
En ningún caso quise decir que esos monos animados, como Dragon Ball Z, eran estúpidos. Yo sólo no los veía.
Saludos en la Madre Patria.

joaquin urrutia dijo...

El recurso facilista ese de 'apaguen el televisor y eduquen' sumado al comentario ese de 'No somos amigos de nuestros hijos..somos padres' son propios de un par de decadas atras

No digo que sea bueno tener a los niños todo el dia frente a la tele ni que se puedan tratar a puro garabato con sus padres, pero ¿por que el papá no puede ser amigo de su hijo y tambien educarlo?. Y, concuerdo absolutamente con Alejandra cuando plantea que es imposible tapar el sol con un dedo. No vivimos en una burbuja aislada de los medios

coté dijo...

Joaquín: se nota que no tienes niños; sabes?, cuando estaba esperando a mi hija (ahora con 9 años), pensaba que yo iba a ser una mamá atípica, diferente a la mía que siempre puso límites y reglas, siempre quise ser amiga de ella y educarla con los valores que a mi me inculcaron, pero después que nació y comenzó a crecer, mucho más rápido de lo que lo hizo uno (soy de la década del 90), me dí cuenta que ambas cosas no podían ir de la mano, por que al ya imponer reglas conductuales, estas siendo mamá, no amiga, y si no las pones y eres amiga, ellos no tienen la suficiente capacidad para tomar decisiones solos..., y si lo hacen, estas no son las mas acertadas.Obviamente que uno no debe ser tan autoritaria con ellos, pero se puede ser suave y guiar y aconsejar.
Antes de ser mamá, nunca entendí a mi madre, pero ahora, reconozco que de no ser por ella, mi vida hubiera tomado otro rumbo del cual quizás ahora me arrepentiría.

Alvaro, muy bueno tu post, y en lo que se refiere a los pokemones, no me asustan mayormente, en mi época, también habían tribus (los artesa, new wave,trasher y cuicos) y creo que por la misma educación y valores que me dieron en casa y en el colegio, nunca me metí en drogas, ni en lo del famoso ponceo de ahora, por eso, hay que educar, aunque esta funsion no es sólo de los padres, también le compete al colegio.

Saludos

Nery dijo...

joaco...un padre impone reglas,un amigo conversa y transa y, sobre todo, comprende y apoya..no le compete orientar porque como amigo está en igualdad de condiciones. Al decir que yo soy madre y no amiga de mi hija no te digo que soy poco comprensiva y nada apoyadora..te digo que , sobre todo, oriento, corrijo,ordeno,pongo lìmites y reglas..si le doy permiso para una fiesta y le digo que a las once estè de vuelta..espero que lo haga y si eso no sucede se tendrà que atener a las consecuencias ( un mes sin salir ni a misa, sin televisor ni computador)..si fuera su amiga no lo podrìas hacer..pero soy su madre y ella sabe que la amo sobre cualquier cosa y sabe que entre las dos debe haber confianza..esa confianza no la debe violar por nada..para eso estoy yo...para orientarla y enseñarle a ser correcta,comprometida,leal,asumida,coherente..tambièn para escucharla,para abrazarla,para consentirla, para abrazarla denuevo y rezar con ella para que sepa que nunca esta solita...ves..un padre es eso..no es un amigo..es mucho mas.

Álvaro P. dijo...

Joaquín: Muchas gracias por el comentario. Buenos tus blogs, aunque muy específicos como para me transforme en un visitante regular.
Con relación a eso de "apaguen el televisor y eduquen", eres la segunda persona que piensa que lo dije para que los padres no dejaran ver televisión a sus hijos, cuando lo decía al revés: que los padres, en vez de ver televisión, se dediquen a educar. Así que para aclarar malentendidos, cambié la frase final.

Cote: Muchas gracias por el comentario y mostrar tu experiencia. Bien interesante escuchar el caso de una madre que esá empezando.

Nery: Sin comentarios. No puedo estar más de acuerdo.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

¿Quién tiene la culpa, el mercado o el Estado?

En todo caso, los monos pokemon no bailaban reggeaton ni ponceaban.

Los pokemones, como tribu o moda, son el resultado de una amalgama de efectos de los medios sobre una generación donde el mercado, la publicidad, el consumo han tenido un efecto devastador.

Han alienado a más de una generación...la sociedad de control...

Unknown dijo...

Creo que los padre tienen que educar a sus hijos para que tengan las herrameintas suficientes para saber defenderse el día de mañana en el mundo , para que sean personas pensantes y no parte de una masa que piensa, vive y se viste igual ...

Muy interesante el blog! Loli

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Creo que lo peor, es que el sistema, a través de sus instrumentos, está generando una masa de ovejas, sin cultura política, histórica, ignorante y alienada, lista para ser sometida después...

Creo que lo grave es que los medios los exacerban, lo utilizan con un fin...claro.

Álvaro P. dijo...

Loli: Bienvenida al blog. Gracias por el comentario. ¿Tienes tú un blog?

Javier: Gracias por los comentarios. Con relación a si la culpa de malos hábitos que rodean a algunos pokemenos la tiene el mercado o el Estado, no creo que haya una disyuntiva de ese tipo.

En primer lugar no puede tener la culpa el mercado, ya que él no es más que las decisiones de la misma gente en cuanto a la compra y venta de productos, para efectos de darle valor a las cosas que se ofrecen.

Tampoco creo que se pueda imputar una culpa directa al Estado, ya que finalmente no ha impedido a los padres educar a sus hijos. Lo que sí se podría decir es que el Estado podría hacer campañas para fomentar que los padres conversen con sus niños, o tener políticas que fomenten la familia.

Con relación a lo último, te encuentro toda la razón. Es impresionante la abulia de ciertas personas. Hay muchos jóvenes que no tienen ningún ideal superior, y ni siquiera están interesados por las cosas que pueden afectar a la sociedad, como es la política. Hay mucho egoísmo. Lo que sí no entiendo es cuál es ese fin que dices tú que impulsa a los medios a hacer lo que hacen. Yo creo que no es nada más que dar lo que el "rating" dice que la gente quiere.

Saludos,
Álvaro P.

Unknown dijo...

estoy de acuerdo con jorge y para ilustrar mejor les agregó un artículo muy interesante que habla sobre es cuestión (traté de resumirlo pero era todo interesante!!!!)

Vivir de Tòpicos de Alfonso Aguilo
Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro dispusieron una escalera y, sobre ella, un racimo de plátanos, de los que a los simios resultaban más apetitosos. Cuando un mono subía por la escalera hacia los plátanos, los experimentadores lanzaban de inmediato un chorro de agua fría sobre los monos que esperaban abajo. Después de algún tiempo de repetir el experimento, lograron que cada vez que un mono intentaba subir la escalera, los otros monos lo agarraban y no le dejaban hacerlo, por mucho que se resistiera. Pasado algún tiempo más, ya ningún mono hacía el menor ademán de subir por aquella escalera, a pesar del hambre que tenían y de la tentación de la apetecida fruta que tenían tan cerca. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos por otro nuevo. Lo primero que hizo este nuevo mono fue intentar subir la escalera, pero fue rápidamente retenido por los otros y recibió una buena paliza. Después de repetirlo algunas veces más, el nuevo integrante del grupo comprendió que no debía hacerlo y ya no intentó subir más. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo, con la novedad de que el primer sustituto participó con entusiasmo en la paliza que propinaron al novato. Al poco tiempo sustituyeron a un tercer mono, y se repitieron los mismos hechos con una exactitud milimétrica. Cambiaron después al cuarto mono y, finalmente, al último de ellos. Quedó por tanto un grupo de cinco monos nuevos que, aunque nunca habían recibido el baño de agua fría, continuaban golpeando sin piedad a quien intentase subir la escalera para alcanzar los plátanos.
Si hubiese sido posible interrogar a alguno de los cinco nuevos monos y preguntarles por qué pegaban a quien intentaba subir por aquella escalera, probablemente su respuesta habría sido del estilo: "No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así Este sencillo y verídico relato puede servirnos para considerar en qué aspectos vivimos quizá al son de tópicos que se han hecho generales y se nos han impuesto pero que, si nos preguntan por su sentido, no los sabríamos fundamentar debidamente.

Algo de eso hay, por ejemplo, en el laicismo militante y en la consiguiente hostilidad antirreligiosa tan extendida en algunos ambientes. Sus aficiones preferidas son hablar mal de los obispos, los curas y las monjas, presuponer por principio que las estructuras eclesiásticas son rancias y corruptas, negar su libre derecho de expresión o pitorrearse de la fe y de la oración como si fueran refugio de ingenuos y desengañados. Ese es el discurso imperante en bastantes sitios y quien se atreva a decir otra cosa es rápidamente maltratado, como sucedía a los monos que esperaban bajo la escalera. Es cuestión de repetir la operación un número suficiente de veces y al final se acaba consiguiendo que todo el mundo se una a la siempre sugestiva tarea de maldecir y despotricar según los estándares imperantes, aunque no se tengan muy claros los motivos.
Imponer así las ideas, con la fuerza de la agresividad dominante, se ha demostrado una estrategia bastante eficaz, pues deja flotando en el ambiente una actitud que la gran mayoría asume sin demasiada reflexión. Esto hace, por ejemplo, que muchas personas escondan su fe o Drescindan de ella al actuar en la vida social, porque han visto ya demasiadas veces cómo se hostiga a quien intenta subir por esa escalera.
"Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio", decía Albert Einstein, y no le faltaba razón, pues cuando se logra instalar un prejuicio en las mentes de un colectivo de personas, no es nada fácil superar esa ofuscación, porque los prejuicios tienen eso, que son previos al juicio de la razón. Por eso, debemos esforzarnos en pensar y actuar con independencia, procurando fundamentar bien las razones del propio obrar, sin asumir una actitud hostil por el mero hecho de que los demás la tomen. Así, lograremos profundizar en las razones de las cosas, en vez de seguir la corriente a los demás.∎

Álvaro P. dijo...

Lolí: Muy interesante el artículo. ¿Tienes datos sobre los que hicieron ese estudio?

Saludos,
Álvaro P.

Unknown dijo...

Alvaro: te paso los datos de donde saqué el artículo:

Autor: Alfonso Aguiló

Lugar: Hacer Familia, n. 168.

Fecha: febrero 2008

Arvo.net, 05/02/2008

Eso es todo lo que tengo ... Saludos!

Álvaro P. dijo...

¡Te pasaste Loli! Muchísimas gracias, porque ese estudio sirve de base para varias posibles reflexiones futuras.
Saludos,
Álvaro P.