martes, 29 de enero de 2008
Rabieta de hambre
Me pregunto si en España le darían beneficios carcelarios a terroristas de la ETA por tener una "rabieta de hambre".
miércoles, 23 de enero de 2008
Robo específico a los combustibles
"Actualmente, considerando que la bencina bordea los $ 700/lt, estamos pagando $319 en impuestos (Impuesto específico más IVA), lo que equivale a un 46% del valor al público" (Ana Luisa Covarrubias. LyD).
sábado, 19 de enero de 2008
Odia… perdón, “Oda a Neruda”
Hace ya varios meses nos informaron que Neruda había sido elegido uno de los “grandes chilenos”, a diferencia de Andrés Bello, quien quedó fuera del selecto grupo. Esto es una locura, ya que una gran persona (requisito previo para ser un “gran chileno”) es alguien integral, alguien que no es sólo el mateo del curso, sino quien, además de ser estudioso, es también el buen compañero, el deportista y el que da el ejemplo. Por eso, del mismo modo en que una golondrina no hace primavera, un Nobel no hace a un grande. Puede ser que Neruda haya sido el mateo del curso de literatura, pero nada más.
Ustedes dirán que tengo una visión sesgada. Que su “Oda a Stalin” (que escribió conociendo la sangre derramada por el mayor asesino de la historia) es algo que me repugna sólo por mis opiniones políticas. También excusarán la falta de coherencia de este comunista dueño de La Chascona, La Sebastiana e Isla Negra, diciendo que eran necesarias para la creatividad de este poeta, tal como la Pinta, la Niña y la Santa María eran necesarias para los viajes de Colón. Probablemente también excusen su desordenada vida personal, ¿qué poeta no es bohemio?
Sin embargo, no son sólo esos motivos los que me llevan a despreciarlo como persona, tampoco son sólo esos versos que avalaban los genocidios rusos. No, lo que me repugna es que fue un violador, como reconoce en su libro “Confieso que he vivido”. Ahí muestra cómo se aprovechó en Sri Lanka de una Tamil, de la casta de los “parias”. Como esta pobre mujer que no le siguió en sus juegos de viejo verde, la tomó a la fuerza. Así fue como el Cónsul de Chile en Colombo violó a esta “intocable” que no pudo oponer mayor resistencia, ya que los hindúes, especialmente los de las castas más bajas, creen que deben aceptar su fatal destino para no reencarnar en un ser inferior. Ella fue digna, según cuenta Reyes Basualto: “El encuentro fue el de un hombre con una estatua. Permaneció todo el tiempo con sus ojos abiertos, impasible. Hacía bien en despreciarme.” (Neruda, Pablo, Confieso que he vivido, RBA Editores, Barcelona, 1994).
Antes me llamaba la atención que el título de esa obra póstuma fuese “Confieso que he vivido”, porque nadie se confiesa de hechos favorables, como es el vivir. Ahora ya no me extraña, y creo que Neruda murió antes de terminar de escribir el título completo: “Confieso que he vivido miserablemente”.
Ustedes dirán que tengo una visión sesgada. Que su “Oda a Stalin” (que escribió conociendo la sangre derramada por el mayor asesino de la historia) es algo que me repugna sólo por mis opiniones políticas. También excusarán la falta de coherencia de este comunista dueño de La Chascona, La Sebastiana e Isla Negra, diciendo que eran necesarias para la creatividad de este poeta, tal como la Pinta, la Niña y la Santa María eran necesarias para los viajes de Colón. Probablemente también excusen su desordenada vida personal, ¿qué poeta no es bohemio?
Sin embargo, no son sólo esos motivos los que me llevan a despreciarlo como persona, tampoco son sólo esos versos que avalaban los genocidios rusos. No, lo que me repugna es que fue un violador, como reconoce en su libro “Confieso que he vivido”. Ahí muestra cómo se aprovechó en Sri Lanka de una Tamil, de la casta de los “parias”. Como esta pobre mujer que no le siguió en sus juegos de viejo verde, la tomó a la fuerza. Así fue como el Cónsul de Chile en Colombo violó a esta “intocable” que no pudo oponer mayor resistencia, ya que los hindúes, especialmente los de las castas más bajas, creen que deben aceptar su fatal destino para no reencarnar en un ser inferior. Ella fue digna, según cuenta Reyes Basualto: “El encuentro fue el de un hombre con una estatua. Permaneció todo el tiempo con sus ojos abiertos, impasible. Hacía bien en despreciarme.” (Neruda, Pablo, Confieso que he vivido, RBA Editores, Barcelona, 1994).
Antes me llamaba la atención que el título de esa obra póstuma fuese “Confieso que he vivido”, porque nadie se confiesa de hechos favorables, como es el vivir. Ahora ya no me extraña, y creo que Neruda murió antes de terminar de escribir el título completo: “Confieso que he vivido miserablemente”.
jueves, 17 de enero de 2008
"Paridad de Género"
Persono, Dentisto, Periodisto, Psiquiatro, Colego, Nutricionisto, Artisto.
domingo, 13 de enero de 2008
Idd: Ser indio, no tonto
A: -Buenas tardes señor burócrata. Soy Manuel José Alemparte Balmaceda, nieto de don Manolo, el antiguo dueño del valle de las Palmas Verdes.
B: - Buenas tardes, cuénteme no más.
A: - Como Ud. bien sabe, estas tierras pertenecieron a la familia desde siempre. En la colonia estaban deshabitadas y nos las entregaron en merced. Por eso, vengo a pedirle que nos las restituyan, ya que han sido siempre nuestras, y mi abuelo (no muy bueno para los negociosun, además de un poco jugador y caído al litro el pobre hombre) las perdió con esos engañadores de la familia Abdul-Belén.
B: - Tiene razón, debe haber sido bien fresco este señor Abdón Véliz. Usted está en todo su derecho. Veremos qué se puede hacer.
Cualquier parecido con la realidad (con excepción de las reclamaciones de los violentistas mapuches) es sólo coincidencia...
No se puede estar mirando siempre hacia el pasado (menos si se quiere ser progresista). Justamente por eso cientos de miles de mapuches han buscado afrontar los nuevos tiempos en este Chile mestizo, haciendo lo posible por no perder su cultura, pero sin relegarse a sí mismos como si fueran Amish. Han tratado de abrirse paso en el Chile actual, separando aguas con los grupos de violentistas de izquierda que no hacen más que ensuciar el nombre del pueblo araucano. La mayoría de los mapuches sabe que si hace algunos cientos de años se les hizo una injusticia, ¿Qué se puede hacer?
¿Qué se puede hacer? ¿Qué podemos hacer? Ciertamente se pueden reconocer los errores, pero ¿qué más? ¿pretender que no han pasado cientos de años? ¿creer que se les puede devolver unas tierras y dejarlos a su suerte? ¿pensar que a los mapuches no les llegó la escritura, la electricidad, el agua potable y la educación? No, claramente no. Por eso, no se les puede entregar tierras y soñar que quedarán contentos cultivándolas como se hacía en la edad del hierro, viendo cómo sus vecinos cuentan con tecnología "nano" y "MP7", mordiéndose la lengua para no envidiarlos.
No, se deben reconocer los problemas que ellos tienen y afrontarlos con la cabeza, no con ideas fundamentalistas internacionalistas sacadas de la OIT. Y ¿Cuáles son esos problemas? a) La pobreza, y b) la pérdida de aspectos importantes de la cultura mapuche.
Ciertamente en este posteo no puedo pretender decirles cómo se puede solucionar la pobreza, ni la pérdida de identidad de ese pueblo, pero sí puedo afirmar que los indígenas, como cualquier ser humano (el pecado original también les corre por la sangre) actúan en base a estímulos, de modo que podrán ser muy honrados, pero si ven que a algunos "gángsters étnicos" (Ou, very pintorescou) les están entregando tierras como respuesta a sus intentos violentistas, ciertamente se verán incentivados a mirar hacia el romántico camino de la "revolución" (es lógico, si ven que a alguien le regalan cosas por nada, harán lo mismo).
Es urgente solucionar las necesidades REALES de los mapuches, no aquellas inventadas por Aucán Huilcamán. No seamos tontos, que los violentistas, cual niño que prueba a sus padres, están viendo hasta dónde pueden llegar. Si no nos damos cuenta de que este es un país mestizo, y empezamos a tratar con mano blanda a los pocos delincuentes mapuches (la mayoría son personas buenas y honradas), estaremos incentivando a que todos caminen de la mano de la guerrilla… y prepárense, porque si las cosas siguen como van, se nos viene Chiapas.
B: - Buenas tardes, cuénteme no más.
A: - Como Ud. bien sabe, estas tierras pertenecieron a la familia desde siempre. En la colonia estaban deshabitadas y nos las entregaron en merced. Por eso, vengo a pedirle que nos las restituyan, ya que han sido siempre nuestras, y mi abuelo (no muy bueno para los negociosun, además de un poco jugador y caído al litro el pobre hombre) las perdió con esos engañadores de la familia Abdul-Belén.
B: - Tiene razón, debe haber sido bien fresco este señor Abdón Véliz. Usted está en todo su derecho. Veremos qué se puede hacer.
Cualquier parecido con la realidad (con excepción de las reclamaciones de los violentistas mapuches) es sólo coincidencia...
No se puede estar mirando siempre hacia el pasado (menos si se quiere ser progresista). Justamente por eso cientos de miles de mapuches han buscado afrontar los nuevos tiempos en este Chile mestizo, haciendo lo posible por no perder su cultura, pero sin relegarse a sí mismos como si fueran Amish. Han tratado de abrirse paso en el Chile actual, separando aguas con los grupos de violentistas de izquierda que no hacen más que ensuciar el nombre del pueblo araucano. La mayoría de los mapuches sabe que si hace algunos cientos de años se les hizo una injusticia, ¿Qué se puede hacer?
¿Qué se puede hacer? ¿Qué podemos hacer? Ciertamente se pueden reconocer los errores, pero ¿qué más? ¿pretender que no han pasado cientos de años? ¿creer que se les puede devolver unas tierras y dejarlos a su suerte? ¿pensar que a los mapuches no les llegó la escritura, la electricidad, el agua potable y la educación? No, claramente no. Por eso, no se les puede entregar tierras y soñar que quedarán contentos cultivándolas como se hacía en la edad del hierro, viendo cómo sus vecinos cuentan con tecnología "nano" y "MP7", mordiéndose la lengua para no envidiarlos.
No, se deben reconocer los problemas que ellos tienen y afrontarlos con la cabeza, no con ideas fundamentalistas internacionalistas sacadas de la OIT. Y ¿Cuáles son esos problemas? a) La pobreza, y b) la pérdida de aspectos importantes de la cultura mapuche.
Ciertamente en este posteo no puedo pretender decirles cómo se puede solucionar la pobreza, ni la pérdida de identidad de ese pueblo, pero sí puedo afirmar que los indígenas, como cualquier ser humano (el pecado original también les corre por la sangre) actúan en base a estímulos, de modo que podrán ser muy honrados, pero si ven que a algunos "gángsters étnicos" (Ou, very pintorescou) les están entregando tierras como respuesta a sus intentos violentistas, ciertamente se verán incentivados a mirar hacia el romántico camino de la "revolución" (es lógico, si ven que a alguien le regalan cosas por nada, harán lo mismo).
Es urgente solucionar las necesidades REALES de los mapuches, no aquellas inventadas por Aucán Huilcamán. No seamos tontos, que los violentistas, cual niño que prueba a sus padres, están viendo hasta dónde pueden llegar. Si no nos damos cuenta de que este es un país mestizo, y empezamos a tratar con mano blanda a los pocos delincuentes mapuches (la mayoría son personas buenas y honradas), estaremos incentivando a que todos caminen de la mano de la guerrilla… y prepárense, porque si las cosas siguen como van, se nos viene Chiapas.
miércoles, 9 de enero de 2008
domingo, 6 de enero de 2008
Proyecto de Congreso
Hago una interrupción en la serie “Ideas de Derecha”, sólo con el fin de aprovechar de advertirlos en estas fechas, en las que es típico ver en los diarios a parlamentarios que, soberbios cual pavo real, se vanaglorian de haber presentado la mayor cantidad de proyectos de ley. ¿Es esto un motivo? No, especialmente considerando que cada día presentan cosas peores... y no me refiero sólo a los que copian Wikipedia, ni a los que usan la noticia semanal para inventar genialmente una solución largamente pensadas (¿Se acuerdan del video del que hacía carreras en la Costanera Norte? durante esos días salieron como 5 proyectos de ley sobre el tema). No, me refiero a proyectos que son sencillamente descriteriados. Aquí les mando una pequeña muestra:
1. Proyecto de ley sobre el contenido nutricional de los alimentos: Según uno de sus artículos, los menores de 14 años no podrían ir solos, por ejemplo, a comprar alimentos como mermeladas o un tocino... (ya saben mamás, nunca más podrán mandar a sus hijos a comprar a la esquina).
2. Proyecto sobre cubiertas ecológicas: Exige que las casas en las zonas saturadas de contaminación tendrán que tener “cubiertas ecológicas”. ¿Saben lo que es esto? ¡pasto en los techos!... por lo menos las ciudades se verían simpáticas desde un helicóptero.
3. Prohíbe despedir a los trabajadores que lleguen atrasados por “culpa” del Transantiago: También se le puede llamar el proyecto de la excusa perfecta.
4. Proyecto que prohíbe el uso de celulares en bancos: ...exijo una explicación.
5. Las juntas de vecinos infantiles: ¿Y sesionarán en los jardines infantiles?
Como les digo hay varios más... y eso sin considerar el detalle de los artículos algunos otros proyectos.
Por eso, este año me fijaré especialmente en el parlamentario que ha mandado el menor número de proyectos de ley. Probablemente será porque se trata del parlamentario más criterioso.
1. Proyecto de ley sobre el contenido nutricional de los alimentos: Según uno de sus artículos, los menores de 14 años no podrían ir solos, por ejemplo, a comprar alimentos como mermeladas o un tocino... (ya saben mamás, nunca más podrán mandar a sus hijos a comprar a la esquina).
2. Proyecto sobre cubiertas ecológicas: Exige que las casas en las zonas saturadas de contaminación tendrán que tener “cubiertas ecológicas”. ¿Saben lo que es esto? ¡pasto en los techos!... por lo menos las ciudades se verían simpáticas desde un helicóptero.
3. Prohíbe despedir a los trabajadores que lleguen atrasados por “culpa” del Transantiago: También se le puede llamar el proyecto de la excusa perfecta.
4. Proyecto que prohíbe el uso de celulares en bancos: ...exijo una explicación.
5. Las juntas de vecinos infantiles: ¿Y sesionarán en los jardines infantiles?
Como les digo hay varios más... y eso sin considerar el detalle de los artículos algunos otros proyectos.
Por eso, este año me fijaré especialmente en el parlamentario que ha mandado el menor número de proyectos de ley. Probablemente será porque se trata del parlamentario más criterioso.
jueves, 3 de enero de 2008
Lagos y el Camaleón
Para empezar el año con un clásico interesante, les copio la siguiente conclusión de Lagos en sus años de juventud (sabemos que la gente cambia, pero ¿será cierto que tanto?):
"La concentración de capitales y el crecimiento empresario es una realidad que no se puede destruir con leyes, porque las grandes magnitudes de producción son una necesidad imperiosa de las economías modernas. Pero, estas grandes unidades de producción son de dominio privado. Ahí reside el defecto del sistema capitalista, pues las ventajas y utilidades que se obtienen de ellas, a expensas de los sectores mayoritarios de la sociedad, benefician a unos pocos y les permiten continuar aumentando el poder económico que ya tienen. // La única y verdadera solución es, entonces, la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción, los cuales deben pasar al Estado."
(Sacado de las conclusiones del libro "La Concentración del Poder Económico", de Ricardo Lagos Escobar, Editorial del Pacífico, 5a edición, Santiago, 1965, p. 172)
"La concentración de capitales y el crecimiento empresario es una realidad que no se puede destruir con leyes, porque las grandes magnitudes de producción son una necesidad imperiosa de las economías modernas. Pero, estas grandes unidades de producción son de dominio privado. Ahí reside el defecto del sistema capitalista, pues las ventajas y utilidades que se obtienen de ellas, a expensas de los sectores mayoritarios de la sociedad, benefician a unos pocos y les permiten continuar aumentando el poder económico que ya tienen. // La única y verdadera solución es, entonces, la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción, los cuales deben pasar al Estado."
(Sacado de las conclusiones del libro "La Concentración del Poder Económico", de Ricardo Lagos Escobar, Editorial del Pacífico, 5a edición, Santiago, 1965, p. 172)
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