A este sentimiento general se vino a sumar la palabra "Cachupín" (totalmente arraigada en el ideario nacional), que hizo que frente a todo perro vago, chico, jaspeado, peludo y quiltro, se evoque un sentimiento de cariño, que generalmente va unido a una cara de compasión. Esta institución en que se ha convertido Cachupín (concepto nacido de alguna compleja reacción químico-neuronal de Álvaro Salas en Video Loco), ha tenido como consecuencia que a cualquier perro callejero, por muy bravo o tiñoso que sea, se le considere una inocente víctima de la sociedad.
Me parece que el cariño por los canes está bien. Daría para que se dijera que somos un pueblo amante de los animales. Sin embargo, el problema radica en que esta característica se suma a la de que en Chile las cosas no se hacen bien, dando como resultado que no se haga nada para solucionar el problema sanitario y de seguridad que significan las jaurías de perros vagos. Por eso, vemos que en muchas comunas, como p. ej. Valparaíso, Santiago (centro), La Serena, Punta Arenas, hay grupos de perros que merodean las calles, peleando entre ellos, asustando y a veces atacando a las personas.
Esta característica de nuestras calles afecta a cientos de personas todos los días, a quienes los perros amenazan con atacar. Incluso los turistas se ven impresionados negativamente por estos perros que, cuales vacas sagradas en India, se dan vueltas por la ciudad como Pedro por su casa (más de algún visitante se ha llevado un recuerdo de Chile en sus zapatillas).
Este problema no es broma. Hay que solucionarlo de algún modo, sea cual sea el que esté al alcance de la municipalidad correspondiente: captura y posterior regalo, esterilización o sacrificio. Las municipalidades deben tomar cartas en el asunto, y pedir que se les den facultades para el caso en que no las tengan. Si algún grupo ecologista se opone a la solución entregada por la alcaldía, que sean ellos los que solucionen el problema (so pena de que si no lo arreglan, la Municipalidad haga lo que le parezca más conveniente). Este tema debiera ser puesto sobre la mesa al momento de elegir nuevos alcaldes el 2008, no sea que haya que lamentar la muerte de un transeúnte para que se comiencen a proponer medidas.
17 comentarios:
Totalmente de acuerdo con tu post. Este es un problema importante, y que va creciendo con el tiempo. Pero como todo en Chile, van a esperar a que ocurra una tragedia para decir que es "inaceptable" e inventar una solución dudosa para el problema.
Te apuesto que la dudosa solución que propondrán será ¡promulgar una ley!... que poco originales.
Muchas gracias por el comentario.
tienes razón!
¿La "ley de perrocidio"?
¿La "ley de perrocidio"?
¿La "ley de perrocidio"?
Marta: gracias por el comentario.
Nuez: Sí, si fuera necesario.
Suprimo comentario.
Sí, si fuera necesario.
Sí, si fuera necesario.
En todo caso, me gustó el juego de palabras.
Gracias por el comentario.
Saludos,
Álvaro P.
Muchas gracias Adolfo.
En realidad no sé si bastará con la norma que transcribiste, porque alguna vez escuché que había habido una interpretación de algún organismo (quizá la Contraloría) que decía que ellos no estaban facultados. ¿Sabes algo de eso?
Muchas gracias por el comentario.
Querido colega: Me extraña tu duda. No veo ninguna razón seria que autorice a restringir la palabra de la ley. La precitada norma es clara y de carácter general y, por lo tanto, debe ser interpretada extensivamente. La interpretación restrictiva sólo se aplica a ciertas categorías de normas, perfectamente determinadas, que son de derecho estricto y que se fundan en motivos lógicos: en el respeto a las libertades y derechos individuales. Son de aplicación estricta, por ejemplo: las normas excepcionales, las que conceden un privilegio o beneficio, las leyes penales, las que imponen gravámenes o cargas, los preceptos prohibitivos y, en general, las que restringen libertades o derechos previstos en la Constitución Política de la República.
Finalizo mi comentario con dos aforismos latinos: "ibi lex non distinguit, nec nos distinguere debemus" y, salvo que te pongas de parte de los perros y no de los humanos, "favorabilia amplianda, odiosa restringenda".
Con especial afecto.
Torpedista: Lo que a mí me complicaba, es que había leído que la Contraloría había dicho algo sobre el punto.
Revisé, y ella dijo en su dictamen 34751/05 que las municipalidades no estaban autorizadas a sacrificar perros en virtud del reglamento de la prevención de la rabia, sólo podrían recogerlos o algo así (no he leído el reglamento mismo).
Sin embargo, como dices tú, eso no impide que la municipalidad, en virtud de su autonomía constitucional, dicte una ordenanza que les permita hacerlo, ya que la ley les encarga la seguridad y salubridad de los municipios.
En realidad no soy especialista en el tema, así que quizá exista alguna norma que desconozca. Esperemos que si es así, algún otro lector nos dé más información.
Agradecido por el comentario,
Álvaro P.
entiendo tu preocupacion por los perros. Conozco muchos extranjeros que tambien le llaman la atencion, pero acaso no son estos animales lo mas carateristico de nuestras ciudades. Pienso por que no vender la imagen pais de Chile, la nacion de los perros
Estimado comentarista:
Muchas gracias por la aclaración histórica. Siempre son un aporte.
No entendí eso de "la pobreza neoliberal".
Saludos,
Álvaro P.
Y por qué no tenecia responsable d elos dueños que son los que origina todo?
Has pensado que por cada animal que se hace nacer irresponsablemente y luego se echa a las calles, nacen cientos.
Esterilización, multas para quienes echen perros a las calles, porque a veces no son callejeros, sino "en situación de calle" o sea que los dejan afuera a que se las rebusquen y hagan su vida.
Esterilizar hembras y machos.
Creo que si ves gente en las calles tratas de ayudarlas no de eliminarlas.
No creo que pueda compararse al ser humano con los perros. Encuentro que a los animales hay que evitarles el sufrimiento, pero siempre poniendo en primer lugar a las personas.
La esterilización sería un avance, pero no solucionaría completamente el problema porque:
1. Suponiendo que la gente no siguiera abandonando perros, de todos modos el problema seguiría existiendo por unos 10 años, es decir, no se solucionaría rápidamente.
2. La realidad es que la gente sigue abandonando perros, con lo que cada nuevo perro vago abandonado sería un nuevo problema por todos los años que le queden de vida desde la esterilización.
3. Si los dueños de perros saben que al abandonarlos nadie les hará nada, excepto una esterilización, no les dará ni pena abandonarlos. En cambio, si saben que la vida "allá afuera" es difícil para los perros, la pensarán dos veces antes de abandonarlos.
Saludos.
Álvaro P.
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