martes, 7 de agosto de 2007

Salario Ético

Cuando Monseñor Goic nos habla del “salario ético”, no hace más que recordarnos la enseñanza constante de doctrina social de la Iglesia, que busca que todo empleador, en la medida de sus capacidades, pague a sus trabajadores lo necesario para el adecuado sustento de su familia.

Esta enseñanza obliga individualmente a todo empleador de buena voluntad, no sólo a los católicos. Sin embargo, aunque también busca ser implementada colectivamente, no se puede pretender aplicarla directamente como política pública, pues los gobiernos deben considerar cientos de factores que escapan de sus posibilidades, ya que a diferencia de los individuos, quienes pueden mandar directamente sus actos, los gobernantes deben usar tácticas para que los millones de individuos libres se dirijan hacia el bien buscado.

La experiencia nos enseña que los fines loables no pueden buscarse directamente, sino que se necesita del uso de herramientas adecuadas de política pública. Por ejemplo, el “salario ético” de $250.000 no puede ser instaurado por ley como “salario mínimo”, ya que ello conllevaría un aumento galopante de la cesantía, resultando en un mayor número de chilenos lejanos del sueldo adecuado. Una solución real podría incluso pasar por el camino contrario: la reducción del salario mínimo. Lo mismo sucede con otra serie de asuntos públicos, especialmente en materia laboral.

Ojalá que cada uno de nosotros oiga el mensaje del Presidente de la Conferencia Episcopal, pero como sociedad, usemos tácticas, no desoigamos la voz de la experiencia.

9 comentarios:

Sureño dijo...

Leí tu carta en El Mercurio (13/08).

Buena, aunque podría haber sido más extensa para que el mensaje quedara mejor argumentado.

saludos!

Álvaro P. dijo...

Muchas gracias Sureño. Para la próxima trataré de hacer una mejor argumentada (aunque en general cuesta mucho publicar cartas largas, y las pequeñas sirven igual para generar discusión).
Por si te interesa comentar esa carta en el blog de el Mercurio, la dirección es http://editorial.elmercurio.com/archives/2007/08/campana_disfraz.asp
Agradecido,
Álvaro P.

Lucho dijo...

Interesante el post, aunque sigo creyendo que si la iglesia realmente quiere el bien de la sociedad, debería abstenerse de dar opiniones sobre temas que no entiende y que terminan dividiendo aún más a la sociedad.

Álvaro P. dijo...

Sureño: Gracias por el comentario en El Mercurio.

L.A.: Te encuentro razón cuando algunos sacerdotes dan soluciones técnicas concretas, que finalmente son sus oponiones personales, ya que gobernar no está dentro de los fines de la Iglesia. Sin embargo, ella puede plantear la existencia de problemas, especialmente cuando se refieren a asuntos morales o de caridad.
Lo complicado de las últimas afirmaciones sobre el salario ético, fue que ellas se plantearon en un momento muy delicado, en que algunos trabajadores han usado violencia y caminos ilegítimos para "negociar".
Lo que sí es lamentable, es que personas de ciertos grupos políticos utilicen las palabras sobre el salario mínimo para decir que la Iglesia apoya medidas técnicas concretas, lo que según entiendo no fue sostenido por el Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena.
Reitero mis agradecimientos por el comentario.

Anónimo dijo...

Los capitalistas salvajes argumentan que el peor salario es el que no se tiene, que peor que ser explotado es ni siquiera ser explotado o sea desempleado, puede ser atractivo el argumento, pero si la empresa no puede pagar salarios “dignos” mejor debería cerrar, pero…, otro argumento atractivo, entonces los empleos se van a ir a China…, el dilema es empleos mal pagados o desempleo. Como podemos ver este no es solamente un tema de leyes o economía, es un problema de responsabilidad de los empresarios, es un problema efectivamente ético.
Felicitaciones por tu Blog -que no conocía- y por tu carta en el Mercurio de ayer.
Salvador Salazar, MueveteChile.org

Álvaro P. dijo...

Muchas gracias por el comentario Salvador.
Las felicitaciones van de vuelta, ya que www.muevetechile.org y su sustema de mailing es una excelente iniciativa, y que además ha generado discusión en temas que, de otro modo, habrían pasado como si nada.
Agradecido,
Álvaro P.

Lucho dijo...

Álvaro, creo que tienes razón. Es excesivo adjudicarle a toda la Iglesia las palabras de un sólo funcionario.
Estoy de acuerdo en que logran poner temas en la discusión pública, pero creo que el tema, el momento y la manera, fueron un desastre.
Saludos.

Anónimo dijo...

Sin pretender ser un estudioso de la Ética, es necesario que nos aproximemos a una noción de ella que nos permita llegar al saber acerca de una adecuada gestión de la libertad en que distingamos lo bueno de lo malo, basados en los valores que compartimos en nuestra naturaleza humana.Aunque suelen plantearse como sinónimos, debemos distinguir un importante matiz al hablar de Ética y de Moral. La Ética se transforma en un intento racional de comprender la moral , es decir es como la llevamos a la práctica concreta, de manera universal. La ética trata de la moral y de las obligaciones del hombre, por ello cuando nos referimos en lo específico de un ámbito ha de tenerse presente por sobre él la implicancia moral.
Me parece importante referirme a esto, con las limitaciones propias de quien no tiene una mayor formación en la materia, porque es en extremo necesario que no por desconocer el complejo mundo de la moral y la ética , debamos negar su existencia y remitirnos exclusivamente a la dimensión técnica de nuestra vida.
Pareciera ser que es lo que se pretende al descalificar la voz de la Iglesia Católica en uno de sus Pastores en relación al llamado "Salario Ético".
Es inaceptable que se diga que el "Salario" es materia propia, exclusiva y excluyente, de la Microeconomía del Trabajo.En razón de ello se sostiene que el ámbito de la Iglesia es "Solo Moral" y por ende no ha de referirse a aspectos tan "trascendentes" como la Economía.
El proceso de secularización de nuestra cultura nos ha llegado a confundir respecto lo que es y lo que no es trascendente.Monseñor Goic tiene toda la autoridad para sostener la necesidad de una "Salario ético" y cuánto más de un "Salario Justo" pues ambos conceptos implican la Moral. No es en absoluto justificable sostener que el costo de la justicia o la ética serán mayores al ajuste de equilibrio en el mercado del trabajo,esto pues el verdadero "Costo Social" es mantener en la miseria a miles de nuestros compatriotas.
No podemos desconocer que la Economía tiene sus reglas y evidentemente un "Salario ético" puede traer como consecuencia un menor nivel de empleabilidad en el corto plazo en aquéllos sectores de menor productividad ( las remuneraciones de la Industria alcanzan un promedio superior al salario propuesto y muy por sobre el comercio), pero allí está el desafío, en aumentar la capacitación, en mejorar el acceso a oportunidades de los sectores más postergados.
Un Salario ético debe ser un esfuerzo social, gradual de acuerdo a nuestras capacidades, no se debe cobrar el costo de una menor productividad al empleador, en especial al microempresario que con mucho esfuerzo paga sus sueldos a fin de mes, debe ser parte de una política redistributiva por medio de transferencia directa a los quintiles más bajos en dinero en el corto plazo y en mejorar su productividad en el mediano plazo, en ese momento el mercado naturalmente conducirá a mejores oportunidades prescindiendo de subsidios, en su dinámica de equilibrio.
Me parece muy oportuna la discusión que surge a partir del "Salario ético", es bueno que enfrentemos este desafío de manera integral y con la responsabilidad de la Sociedad en su conjunto, no sólo de los grandes empresarios ni del gobierno, sino de todos, más aún, es una gran oportunidad de mirarnos y preguntarnos qué tan éticas son nuestras conductas.

Álvaro P. dijo...

Muchas gracias por el comentario Marcelo.
Tienes mucha razón en que algunas personas han tratado de desautorizar la voz moral en pos de una tecnificación. Eso es claramente malo.
En lo que también hay que tener cuidado (y que es el otro extremo), es en no olvidar la técnica, especialmente las ciencias que nos dicen cómo son las cosas. Si ella se olvida, los remedios utilizados pueden ser peores que la enfermedad.
En el caso de la economía, ella no nos dice cómo comportarnos (para ello está la moral), pero sí nos dice cuáles son los modos adecuados para afrontar determinados problemas sociales.
Agradecido por el comentario.
Álvaro P.