domingo, 3 de agosto de 2008

I. de D.: R.S.V.P.

Recuerdo que cuando metía las patas en alguna otra cosa, mi papá me daba la típica charla sobre la responsabilidad. Me decía una y otra vez que esa palabra se refería a la necesidad de responder por los propios actos, aceptando las consecuencias que de ellos se derivan.

No sé por qué será, pero parece que esas charlas le faltaron a muchas personas, porque es difícil oír palabras referidas a la responsabilidad individual. Todo el mundo trata de echarle la culpa por sus acciones a los demás. Si una persona se encalilla más de lo que corresponde para comprar una casa, se transforma en un “deudor habitacional” y pareciera que tiene derecho a ir a colgarse de las barandas de los edificios para que el Gobierno los escuche y les resuelva el problema; si los manifestantes bloquean la vía pública y son dispersados por carabineros, tienen el derecho a reclamar porque se ha ejercido algo de fuerza con ellos; si el hijo del Coco Legrand choca estando curado, el Presidente lo beneficia con el indulto… y qué decir de los terroristas indultados en la época de Aylwin; si a María Música la echan de su colegio por ofender a una ministro, aparece Madame Bachelet diciendo que le parece una sanción excesiva, y la lista da para mucho más.

Hoy en día pareciera que la responsabilidad individual está pasada de moda. Se habla mucho más de responsabilidad social, como si fuera posible exigirle a un colectivo que responde de sus actos (como si ahora se le pudiera exigir a la Concertación por no cumplir con el acuerdo de designar al Ministro Pfeiffer). Quizá en las pocas ocasiones en las que se usa la palabra responsabilidad referida a personas individuales, es cuando se le pide a militares que comparezcan ante los tribunales de justicia. También se habla mucho de “responsabilidad social empresarial”, concepto que todavía no entiendo. Me parece que las empresas hacen bastante pagando sus impuestos, dando trabajo a sus empleados y teniendo que aguantar que inspectores municipales, sanitarios, de impuestos internos, etc. les anden molestando durante la realización de su pega, ¿por qué tendrían una responsabilidad extra? ¿Cuál ha sido el acto negativo que han hecho como para que se les exija el hacer obras de beneficencia?

Me parece que hoy día más que nunca se necesita de esta cualidad proclamada por la derecha: la RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. Quizá no sólo en los partes de matrimonio, sino que también en los carteles de las calles y las carreteras debiera anotarse la famosa frase Répondez S´il Vous Plaît.

10 comentarios:

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Álvaro, una aclaración, la responsabilidad social tiene directa relación con el ejercicio de la responsabilidad individual, y se basa en la idea que todos somos seres individuales y a la vez sociales, pues vivimos en sociedad (nadie vive aislado).

En este sentido, no se refiere a exigirle responsabilidad a un colectivo, sino que a los individuos con respecto a la sociedad.
Soy irresponsable socialmente por ejemplo, si en día de preemergencia prendo la chimenea o si bebo y salgo en mi auto. Es decir, un acto individual que va contra el bien común.

De esa misma idea surge la Responsabilidad Social Empresarial, que no tiene relación con la beneficencia, sino con el respeto al bien común en general, la legalidad, etc.
La empresa hace usufructo de bienes públicos como las calles, recursos hidrícos, y por lo tanto si sus camiones la dañan al pasar con alto tonelaje, y no hay aporte para su reparación, existe falta de responsabilidad social.

Por ejemplo, una empresa que evade impuestos, contamina o tiene en condición desfavorables a sus trabajadores no es responsable socialmente. La empresa que vendía leche a niños, que en realidad no lo era, no tenía un apéndice de Responsabilidad Social.

Pero un ejemplo más decidor es el caso de los bomberos de Curacaví, que no tiene recursos ni equipos especiales para cubrir los accidente en tramos de la ruta 68, donde circulan camiones con químicos de empresas de Valpo y Santuiago. Las empresas no hacen ningún aporte a Bomberos, aún cuando éstos serían los primeros en atender un accidente.
Los legisladores también deberían aportar pues usan las carreteras con alta frecuencia.

SSergioA dijo...

Tienes razón, Álvaro. Esa forma de vivir y pensar es de derecha.
Esa forma es la que la izquierda ha estado destruyendo consciente y sistemáticamente durante 20 años.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Si quieres, puedes leer un artículo que escribí hace tiempo, titulado Responsabilidad Social no caridad...donde se explica en más detalle el concepto y su extensión.

http://teoriaspoliticasparalatinoamerica.blogspot.com/2007/07/responsabilidad-social-no-caridad.html

Javier Bazán Aguirre dijo...

Me interpreta totalmente.
En el Londres del siglo XIX, las chimeneas era un símbolo de progreso.

Acción Civil Política dijo...

Lo irónico es que muchas de esas chimeneas fueron construídas por esclavos, pues está aún era legal.

Álvaro P. dijo...

Jorge: En una parte hablas de responsabilidad individual con efectos sociales (p. ej. pagar impuestos y no contaminar), y en otra haces referencia a lo que se suele llamar "responsabilidad social empresarial", cuando dices "Las empresas no hacen ningún aporte a Bomberos" (aunque no creo que sea tan así esto último).

Sergio: Sí. No entiendo por qué los políticos de derecha se avergüenzan de serlo.

Javier: Sorry, pero no entendí muy bien.

ACP: ¿Hay aquí alguien que esté de acuerdo con la esclavitud?

Saludos,
Álvaro P.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

No entendiste y tampoco leíste el artículo.
Te explique que la Responsabilidad Social tiene relación con el ejercicio de la responsabilidad individual.
Todos tenemos grados de responsabilidad social, por ejemplo, tú como abogado debes respetar la ley, no abusar de sus resquicios y subterfugios.
El médico no debe ser negligente, etc.
Es una idea básica en la filosofía, la economía y el dwerecho, el que tus acciones contribuyen o no al bien común.

En el caso de las empresas, a diferencia de las personas, éstas otorgan a una persona
una influencia mayor sobre otros sujetos y el medio, ya sean clientes, otras empresas, etc. por lo tanto, también debe ser responsable su manejo.

Esto tiene relación con que la empresa también constituye una persona jurídica.

Acción Civil Política dijo...

Lamentablemente parece que sí, si hay demanda hay oferta, y quizás por eso según la ONU, se estima que actualmente unos 27 millones de seres humanos continúan viviendo como esclavos, víctimas del tráfico de personas, el trabajo forzado y la explotación sexual.

El Tercer Mundo también está exportando esclavos a los países ricos. En París, según Bales, podrían existir 3.000 esclavos domésticos.

En Estados Unidos, las redes de tráfico humano propician la entrada anual de 17.000 personas que terminan convirtiéndose en esclavas sexuales o laborales.

Estudios históricos sugieren que el valor de un esclavo para un terrateniente en los Estados Unidos de 1850 podría ser equivalente a 40.000 dólares, mientras que ahora se comercia a razón de unos cien dólares por persona.

Hernán Vásquez Villanueva dijo...

Buen post, Alvaro. Lamentablemente, cada día es más difícil exigir responsabilidades en un mundo donde a los niños se los concientiza desde chico con que tienen una cantidad cercana al infinito de derechos sin ningún deber asociado.

Y hablando de esclavitudes, nada peor que la de nuestros días: en nuesto planeta hay unos seis mil millones de esclavos del relativismo, el peor de todos los amos.

Álvaro P. dijo...

Jorge: Sorry, pero no tuve tiempo para leer el artículo, pero parece que estamos hablando de lo mismo con distintos nombres. Tú le llamas responsabilidad social a lo que yo llamo efectos sociales de la responsabilidad individual.

ACP: No atribuyas intenciones que no existen.

Hernán: Si, millones de "derechos", salvo el derecho a nacer.

Saludos,
Álvaro P.