domingo, 4 de julio de 2010

Historia de un aborto

El fin de semana estuve en una charla con Bernardette Goulding, una mujer como cualquier otra, pero que había abortado. Su historia era como la de miles de otras: joven, lejos de su casa, se metió con el hombre equivocado... El mundo se le vino encima, su embarazo era un problema del que tenía que deshacerse. Como vivía en un país donde el aborto es legal, fue al hospital, donde los doctores le dijeron que la operación sería algo sencillo, que luego todo estaría bien. Ellos nunca le hablaron del niño, ni siquiera del feto, sino que sólo de la “intervención”. Ella tenía el mundo sobre sus hombros y nunca pensó en su acto como un acto de egoísmo, sino que de desesperación, pues todo se solucionaría con la operación… pero no fue así.

Al despertar de la intervención le cayó la teja: ya no había vuelta atrás. Nunca llegó la prometida libertad después de “interrumpir el embarazo” (una “interrupción” que no puede reanudarse). Desde ese momento sintió un vacío increíble, pero en el hospital le dijeron que no se preocupara, ya que era sólo algo hormonal. Fue a consejerías de organismos pro-aborto, quienes le dijeron que tenía que seguir adelante… pero era imposible. Su autoestima bajó al suelo. Todos los años en el aniversario de su “intervención” se sentía vacía, como si no valiera nada. Lo mismo cada vez que veía a un niño. Cuando después de casarse tuvo su primer hijo, se sentía una hipócrita, pues cuando la gente le preguntaba si era el primogénito, ella decía que sí, pero sabía que no lo era. Cada vez que veía a un niño la herida sangraba. Ella sentía que no tenía derecho a hacer duelo por la guagua, ya que ella misma había terminado con su vida, ergo, era imposible curar la herida.

Hay mujeres que para tapar este tremendo dolor se transforman en activistas pro-choice, pero ella trató de tapar el mal con el bien haciendo trabajo social en una parroquia, pero se sentía como si representara el colmo de la hipocresía. Una amiga de la parroquia alguna vez la alabó por algo y ella explotó, pues no tenía derecho a ningún tipo de alabanza. Mientras le contaba no la miraba, la vergüenza no la dejaba. Pensaba que después de contar la historia su amiga la tomaría por la peor de las basuras, pero cuando terminó de hablar y miró a su amiga, ella estaba llorando. Su amiga le abrió los ojos frente al perdón de Dios. Después de eso empezó a aconsejar a mujeres con síndrome post aborto (link a estudio a este síndrome en Chile). Hoy trabaja en una fundación gringa dedicada a ayudar a estas mujeres que se llama Rachel’s Vineyard donde hacen unos retiros donde las mujeres tratan de abrirse al Perdón. Hay algo similar en Latinoamérica. Cuando le pregunté por estudios sobre el crisis post aborto me recomendó una página en inglés que recopila datos sobre esto (en inglés). Entre las personas a quienes le tocó ayudar fue incluso a una dueña de dos clínicas abortivas, que luego de este retiro cerró las clínicas… a pesar de que eran un gran negocio.

Hasta el día de hoy se pregunta si es verdad que los “pro-choice” buscan realmente ayudar a las mujeres.

9 comentarios:

Nicolás V. dijo...

Pues ella mejor que nadie sabe la importancia de una de Ley de Aborto, y deberia darse con un canto en los dientes que en su país la Iglesia y la Ultraderecha no lograron que ella tuviese que acudir a una Clinica clandestina insalubre donde probablemente no le hubieran dejado el Utero en condiciones para poder tener otro hijo y pudo realizarse un aborto con todas las garantias.

Me parece muy bien que gente se dedique a convencer a mujeres a no recurrir al aborto, pero las leyes deben ser para la vida real y no para tapar una realidad en nuestra sociedad.

SSergioA dijo...
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beta dijo...

Respetando su opinión (pues hay que estar en sus zapatos para saber lo que siente), es imposible saber qué habría pasado si hubiera tenido ese hijo. Quizás se habría arrepentido toda su vida y se habría dedicado a ser activista pro-choice. Encuentro un poco irónico (?) que una persona que tuvo la posibilidad de elegir, luego luche porque nadie más tenga esa posibilidad.

Álvaro P. dijo...

Nicolás y Beta: Ese es justamente el asunto, que en los países abortistas las mujeres se sienten presionadas a abortar. No sólo el niño no nacido es víctima de un asesinato, sino que las presiones sociales de padres, pololos, etc. (las que son legales en esos países) hacen que las mujeres sean también víctimas del aborto.

Les pregunto lo siguiente: ¿Creen Uds. en la conveniencia del salario mínimo?

S: Entiendo que tus palabras eran de apoyo, pero los garabatos dirigidos directamente a otros comentaristas no están permitidos en el blog.

Saludos.
Álvaro P.

Nicolás V. dijo...

Esas presiones de terceros de las que hablas (que puede ser de las muchas causa por la que una mujer recurre al aborto) también nos las encotramos en los paises donde el aborto ilegal, y en esos casos las mujeres se ven obligadas a recurrir a centros insalubres e indignos, o en el mejor de los casos, los hospitales hacen la vista gorda y prestan un servicio con las minimas condiciones, muchas veces sin tomar en consideración el tiempo de gestación del embrión o feto y en muchas consecuencias con daños irreversibles para la mujer.

La nueva ley promulgada en España, establece el aborto sólo hasta las 14 primeras semanas (donde los abortos naturales durante ese periodo constituyen un 60% de los ovulos fecundados) y establece que para abortos en caso de riesgo de la madre sean 2 opioniones medicas las que den el visto bueno y no sólo una como anteriormente, así como 3 días de reflexión obligatorios antes de dar la confirmación y asistencia psicologica para las mujeres.

Yo personalmente no soy partidario del aborto como elección personal, pero mi realidad probablemente es muy diferente a la de aquellas mujeres o parejas que tienen que tomar ese tipo de desiciones.

Ya te lo dije, cualquier colectivo que busque desincentivar a recurrir al aborto bienvenido, pero las leyes deben estar pensadas para el mundo real.

Un saludo.

Álvaro P. dijo...

En un mundo real las personas también buscan suicidarse, ¿permitirías que existan negocios de auxilio al suicidio?

Saludos.

beta dijo...

Alvaro,
Suicidarse es re fácil. La gente que quiere suicidarse lo hace no más. Si quieres pasar al tema de la eutanasia, es claramente otro tema.

En los paises que tienen ley de aborto, "las mujeres se sienten presionadas a abortar". No entendí cual es la diferencia con un país como el nuestro. Hay muchas mujeres que se sentirán presionadas a abortar (se hacen muchos abortos en Chile) y hay muchas mujeres que se sentirán presionadas a tener un hijo que no quieren y no podrán cuidar. Por qué no poner en sus manos esa decisión? Te aseguro que el mínimo de personas se hace un aborto por gusto o de manera liviana. Pero las repercusiones las vivirá la persona que tome la decisión, y por eso creo que es mejor dejar en sus manos esa decisión.

Saludos

Nicolás V. dijo...

¿permitirías que existan negocios de auxilio al suicidio?

¿Como el tabaco? ¿o como la fabrica del Ipad?

Chile Liberal dijo...

No queda claro si aquella mujer quiere persuadir a otras para que no aborten, lo que me parece legítimo, o lo que quiere es prohibir el aborto y encarcelar a las mujeres que lo soliciten, lo es brutal.