jueves, 31 de mayo de 2007

No la llamemos legislación

El mejor cimiento para construir un edificio es el papel, porque lo aguanta todo. Algo parecido pasa con las leyes, que muchas veces están llenas de buenas intenciones, pero la autoridad ni se preocupa por cumplirlas. Algunos pocos ejemplos, esperando que con ellas dejemos de confiar en algunos parlamentarios que proclaman la solución de todo tipo de problemas con la dictación de leyes:

1. “Prohíbese en las zonas urbanas el uso de cualquier aparato sonoro de que estén provistos los vehículos”. Art. 78 Ley del Tránsito.
2. “... Las personas, en sus relaciones con la Administración, tienen derecho a: e) Ser tratados con respeto y deferencia por las autoridades y funcionarios...” Art. 17 Ley sobre procedimientos administrativos.
3. “Concédese amnistía a todas las personas que... hayan incurrido en hechos delictuosos durante la vigencia de la situación de Estado de Sitio, comprendida entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978...” (aunque se cumplió para los de izquierda) Art. 1 Ley de Amnistía.
4. "El que, con motivo u ocasión de un espectáculo de fútbol profesional, causare lesiones a las personas o daños a bienes en el recinto en que tiene
lugar o en sus inmediaciones, ..., será castigado con presidio menor..., salvo que el hecho delictual merezca una pena superior. Art. 6 Ley de Violencia en los Estados.
5. “Es deber del Estado..., dar protección a la población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta...”. Art. 1 de la Constitución.

martes, 22 de mayo de 2007

Encuesta del Colegio de Profesores


Las preguntas de la encuesta sobre calidad de la educación del Colegio de Profesores (ver El Mercurio 20/05/07), no sólo eran dirigidas, sino que también faltas de lógica. P. ej., una de ellas decía: “Si los colegios fuesen propiedad del Estado, ¿dónde preferiría que estudiara su hijo?”, siendo las posibles respuestas: en un liceo estatal o en un colegio privado. Si partimos de la premisa de esta pregunta, es decir, que las escuelas fuesen todas Estatales, sencillamente no existirían los colegios privados, motivo por el cual resulta ilógico dar estas alternativas.


Si quien elaboró esta encuesta es profesor de castellano o de lógica, esperemos que el estatuto docente permita “reubicarlo”.

viernes, 18 de mayo de 2007

Absolutistas

La palabra absolutista evoca cuadros famosos, en que se retrata a personas con largas capas, zapatos con tacos, pelucas rizadas y unas medias que les llegan hasta más arriba de las rodillas. Efectivamente esos señores —que son una prueba palpable de que la moda no incomoda— fueron absolutistas, pero no creamos que en la época de las fotografías esta palabra debiera caer en desuso, ya que los Estados grandes (entendiendo por estos últimos a aquellos que limitan la AUTONOMÍA de los cuerpos intermedios), continúan afectando la vida, la supervivencia y hasta las conciencias de las personas.

Para aquellos que dicen: “no sean exagerados, mientras más grande el Estado, más bien puede hacer”, les recordaré que también puede hacer mucho mal, por lo que convendría que el poder se le diera a las agrupaciones intermedias (el Fisco puede dar subsidios en los casos en que sea necesario). Para dar algunos ejemplos recientes de bienes afectados por estos Estados grandes:

1) La vida: matanzas del socialismo marxista en tantos países, y del nacional socialismo en Alemania.

2) La supervivencia: al controlar la economía han traído la escasez de alimentos, como sucede hoy en Cuba, o como sucedió en Chile el 73.

3) Las conciencias: condena de presidio al pastor protestante sueco Ake Green por decir en un sermón que el “matrimonio” homosexual era contrario a los valores cristianos (FUE POSTERIORMENTE ABSUELTO POR LA CORTE SUPREMA); o la condena de cárcel que el 2006 se dio a David Irving por negar el holocausto (un grave error, pero que no ofende directamente ni a una persona ni a un grupo determinado, ¿dónde queda la libertad de expresión?).

A pesar de que muchos sean absolutistas, la historia está a favor de nosotros los autonomistas.

martes, 8 de mayo de 2007

Actualidad

PAPAVILLA: Es una lástima que la consejera del Consejo Nacional de Televisión doña Sofía Salomovich Masot, de ascendencia judía (aunque ignoro si ella lo es), haya dado su voto afirmativo dirimente en favor de la exhibición de una serie que ridiculiza a una minoría religiosa: los católicos practicantes.
P.S. Esperemos que con esto de ser ahora una minoría que en algunos sectores es perseguida, el Gobierno nos favorezca con la discriminación positiva, como hace con los indígenas y los discapacitados.

CARA DE PELOTA: ¿Por qué los diarios anuncian con tanta alegría en que se haya dado “170 años” de cárcel a 18 integrantes de esa banda de narcotraficantes? Que los medios no crean que nos hacen tontos. Se trata de menos de 10 años en promedio para personas que están dedicados “profesionalmente” a corromper a la juventud del país. Esperemos que en el futuro este número de años se aplique individualmente a cada traficante.

viernes, 4 de mayo de 2007

Mensaje Callejero

Nuestra ciudad se ha vuelto a llenar de rayados de paredes relativos al día del trabajo, cuestión que de a poco se empieza a transformar en una costumbre, pero nunca será algo tan tradicional como esos carteles o afiches hechos de papel de envolver, de unos 10 ó 20 metros de largo, que tienen un mensaje pintado exclusivamente en letras negras, y que se encuentran en algunos sectores de Santiago o en la carretera al sur. Nadie sabe quién los escribe, pero siempre dicen algo como “LOCE = Lucro Oligarca Con Educación”, o cosas así. Estos panfletos alargados, y todo el resto de las consignas pintadas en los muros, cumplen un rol importante en la dirección del debate público.

Si el mensaje que se pintara en las calles hubiera sido algo así como “Estatuto Docente = Está todo Indecente”, o “Los privilegios del profesorado destruyen a nuestra juventud”, quizá nuestros estudiantes se hubieran dado cuenta de que el problema principal de la educación no gira en tono a la LOCE, sino que al estatuto de privilegios al profesorado, y otro gallo habría cantado (no estaría el Gobierno cambiando la LOCE por una LOCGE, cuestión que no tendrá ningún resultado positivo en la calidad de la educación).

Necesitamos que nuestro sector salga a pintar las calles como si todos los días del año estuviéramos en campaña política (manteniendo la decencia, como siempre: cuidando de hacerlo en muros propios, o en los ya rayados, o los de organismos públicos —ya que el Gobierno autoriza tácitamente estas expresiones democráticas—). Si falta gente que lo haga ¿de dónde sale la que pinta muros en períodos de elecciones? Debería existir una preocupación permanente por impregnar el ambiente de mensajes correctos, invirtiendo en pintores de paredes no sólo cuando ello tenga dividendos en un futuro electoral inmediato, sino que también cuando con eso se pueda beneficiar al país de verdad.